El Barcelona es líder a pesar de las extravagancias de Xavi en los movimientos de jugadores durante el partido contra el Celta. En seis minutos, el 0-2 pasó a ser 3-2. Ello sucedió con los toques a rebato que hizo el entrenador azulgrana colocando en el campo una alineación que nadie con sentido de la responsabilidad habría ideado. Perdió el oremus cuando se encontraba con un marcador tan adverso y frente a un equipo a los que hay que ganar para poder aspirar a ganar el campeonato. La victoria pareció momento de gloria. Ganar cuando todo parecía perdido da lugar a emociones que perdonan cuanto erróneo ha sucedido con anterioridad. Rafa Benítez, entrenador celtista le dio un repaso. Supo cómo defender su parcela y el modo en que se podía ganar la espalda a los indecisos defensas para llegar al gol. La derrota no desmereció la labor del míster. Seguramente,
Xavi se debió sentir contentísimo por el resultado, pero en modo alguno puede ofrecer la imagen del vencedor porque el triunfo llegó gracias a un jugador excepcional, el guardameta alemán Ter Stegen. Sin éste, los puntos habrían viajado a Vigo con toda justicia. Rafa Benítez le tomó la medida al Barça. Es sobradamente conocido el sistema heredado del toque, toque, lento y sin ganar metros hasta llegar al área contraria y tropezar con una defensa aguerrida y con el papel bien aprendido. El modo en que los barcelonesitas pretendieron ganar es inadecuado. Llegó el éxito cuando se cambió y las bandas comenzaron a ejercer su potencialidad. Si alguien se molesta en ver el once con el que acabó el encuentro, y el modo en que llegaron los goles, se tendrá que pellizcar para comprender final tan inesperado. El colmo de las excentricidades fue ver a Cancelo, el tan deseado lateral derecho que se buscaba, en medio del campo persiguiendo lugar en el que encontrarse y tuvo la fortuna de hallarse a sí mismo al conseguir el tercer gol que valió el liderato. Y Alexia Putellas, la mejor centrocampista del club, no juega con los hombres.
En el Bernabéu también vivimos una sesión de contradicciones. Ancelotti echó mano de lo acostumbrado y no le salió. Los cambios en los laterales y el centro del campo fueron muestra de la inconsistencia del equipo ante un adversario, Atlético de Madrid, que no fue dechado de virtudes e incluso se mostró menos firme en defensa como ha sido tradicional en la dirección de Simeone.
Posdata. Los dineros que pagan las televisiones obligan a programas inadecuados futbolísticamente. A la misma hora juega la Roja Femenina contra Suiza en Córdoba y el Barça en Mallorca. Dos partidos que algunos sin preferencia fundamental vivirán cambiando de canal constantemente.