Nuestro tenista estrella Carlitos Alcaraz ha perdido la magia en el Máster 1.000 de Roma y ha sido eliminado por el húngaro Fabian Marozsan (6-3 y 7-6), el número 135 del mundo. Y no sabemos si el murciano, aunque sea el número uno del mundo, volverá a recuperar pronto su espectacular juego de meses atrás dotado de calidad, genialidad y triunfos.
Sobre todo porque estamos a las puertas de un Roland Garros muy especial en el quE el español Alcaraz y el italiano Sinner parecían ser, frente a Djokovic, los guardianes más importantes del título mundial del Grand Slam que aún conserva Rafael Nadal.
El que se está reservando para la cita de Paris, que podría ser la última del manacorí en el circuito mundial del tenis, como muy bien lo sabe Djokovic que también acudirá a Roland Garros en busca del cetro histórico del tenis mundial para ponerse definitivamente por delante de Federer y Nadal.
Venía Alcaraz de ganar varios títulos ‘medianos’ en Europa y en America y de pronto ha perdido la cabeza, su audacia y su calidad. De hecho le vimos sufrir y mucho en el Máster 1.000 de Madrid donde estuvo a punto de caer en primera ronda y donde sufrió y mucho para ganar la final.
Pero en Roma Alcaraz no pudo con su esforzado e implacable rival en todos sus duelos y ahí incluido en el de ‘las dejadas’ una especialidad del español que encontró la horma de su zapato en Marozsan. El que se ha convertido, desde ayer, en una revelación y que probablemente jugó el mejor partido de su vida.
Bastaba ver la cara de asombro y desesperación de Juan Carlos Ferrero en su palco de la pista central de Roma para entender que el ‘coach’ de Alcaraz no entendía lo que le estaba pasando a su pupilo.
Como tampoco parecía saberlo el propio Alcaraz, cazado por sorpresa con los profundos y veloces latigazos -algunos a más de 150 km/h- que, como certeros misiles le enviaba Marozsan, cruzados o en paralelo.
Es verdad que Alcaraz, con un apretado calendario en los últimos meses necesitaba un descanso y por ello dudó si acudir a Roma. Pero visto el resultado está claro que Alcaraz se equivocó y ahora tiene que descansar, entrenarse y reflexionar antes de viajar a Paris. Donde las eliminatorias son al mejor de cinco sets, lo que impide fáciles sorpresas en solo dos sets, como en Roma le ha ocurrido a Alcaraz.