Dos minutos de arranque impresionante bastaron al Real Madrid para hacerse con el partido. Asensio y Vinicius acabaron con las incertidumbres que había llegado a crear el Valencia, que se había mantenido durante toda la primera parte muy entero, bastante creativo, pero con poca profundidad y ello lo pagó cuando los madridistas volvieron al juego que les define.
Los tantos de los anfitriones, el de Asensio de disparo magnifico desde fuera del área y el de Vinicius aprovechando el pase en profundidad que le envió Benzema, no cortaron las alas definitivamente a los valencianistas, pero el partido se puso feo y el árbitro echó mano de las tarjetas. Militao, Asensio y Diakhabi fueron los primeros en recibir las amonestaciones. El punto final de los momentos reprobables fue la dura entrada de Gabriel Paulista a Vinicius que el árbitro sancionó con tarjeta roja. El momento fue más que feo aún porque entre los jugadores hubo empujones y conatos de pérdida de respeto.
El Madrid en este momento en que ya todo le iba a favor tuvo que volver a dar relevo a Benzema, otra vez lesionado. Dio entrada a Rodrygo. En movimiento de cambios Ancelotti dio descanso a Modric y Kroos a quienes necesita frescos para los próximos compromisos incluido el Mundialito de Clubes.
El Valencia ya cuesta abajo echó manos de relevos, pero ya no cabía otra que tratar de minimizar la derrota lo más posible.
A Carlos Ancelotti no le gustó su equipo frente a la Real Sociedad y de ahí que hiciera rotaciones. Voro, entrenador bombero del Valencia, en su nueva campaña en la que todo está más difícil que nunca, también modificó la alineación con respecto a las últimas de Gatusso. El entrenador madridista formó la zona media con Modric, Kroos y el ya casi titular Ceballos y dejó en el banquillo a Valverde al que recurrió, posteriormente junto a Tchouameni para ocupar los puestos de los veteranos. Por delante sustituyó a Rodrygo por Asensio, pero también jugó cuando se lesionó Benzema. El Valencia, que no tenía mucho que perder, puso en dificultades al Madrid durante toda la primera parte. El Madrid, que necesitaba ganar porque se está descolgando del Barcelona, creó oportunidades de gol, pero Asensio, especialmente, las malbarató.
El Madrid ganó balones a pesar de la presión valencianista, pero nunca llegó a ganar en la segunda jugada de ataque. Para su desgracia, Militao se tuvo que retirar lesionado en un muslo y la entrada de Carvajal obligó a Nacho a colocarse de central zurdo. La defensa madridista contó con Camavinga como lateral izquierdo, jugador que a este paso acabará teniendo capacidad de adaptación similar a la de Nacho que sigue sirviendo para todo.
Voro no llegó al Bernabéu como entrenador que sale a conservar el empate inicial. Alinear a tres delanteros, Castillejo, Cavani y Lino es acudir a la cita sin complejos. Para un entrenador que sabe que en el Valencia es solo una circunstancia, no sirve solo tratar de ganar un punto. Con el equipo que tiene, Guillamón, también novedad, junto a Almeida y Musah es tratar de discutir algo más que el empate.
El gol de Rudiger en el minutó 48, fue anulado por falta de Benzema a Musah que decidió el VAR. Tengo para mí que, previamente, había habido falta al portero valencianista al que un madridista impedía sus movimientos.
En el Bernabéu sucedió lo previsto: el Madrid recuperó genio y figura ante un conjunto lleno de buena voluntad, pero con mirada hacia el descenso.