Las ocurrencias del imbécil y fascistoide vicepresidente de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, a propósito del aborto se han convertido en un regalo de Santiago Abascal a Pedro Sánchez, cuando el presidente estaba en serias dificultades por sus favores a delincuentes por la Ley del sí es sí, y a los golpistas catalanes por la reforma del Código Penal.
Un regalo de Abascal a Sánchez con el que el jefe de Vox considera que así desgasta al PP, cuando lo que hace es ayudar al PSOE y debilitar todas las opciones de una alternancia política en el país.
Y todo ello con la increíble colaboración del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que va a remolque de los disparates de su vicepresidente Gallardo, el que además se entromete en la Consejería de Sanidad que no es de su competencia.
Lo que prueba la incompetencia de Mañueco y deja a la intemperie y en dificultades el liderazgo en el PP de Alberto Núñez Feijóo. Otro ‘calzonazos’ a remolque de Vox. Y un Feijóo que, a lo mejor, considera que templando gaitas con Abascal en Valladolid mantiene viva la llama del futuro gobierno de coalición de PP y Vox pero se equivoca completamente.
Porque, si el PP no rompe de una vez con Vox en Castilla y León, Feijóo corre el riesgo de perder las elecciones o de no sacar escaños suficientes para poder gobernar ni siquiera con Vox. Además esta crisis de Castilla y León, que están aprovechando y exprimiendo el Gobierno y el PSOE, impide que votantes desencantados del PSOE y los restos de Cs se pasen al PP.
Pero está claro que Feijóo no entiende que su prioridad consiste en ganar las elecciones con un buen resultado y no en salvar el Gobierno de Mañueco en Valladolid. Ni lo entiende Feijóo ni su nuevo equipo electoral, ni tampoco la dirección nacional del PP.
Todos estos que van de ‘moderados’ y se ponen a las órdenes del facha de Vox en Valladolid. El que debería ser cesado de manera fulminante por el tal Mañueco aunque se le rompa el gobierno de coalición con Vox lo que sería un ‘gambito’ de Feijóo en el tablero nacional entregando la ‘torre’ castellana en Valladolid a cambio de la victoria en la partida nacional española.
No en vano el fantasma que pasea el PSOE de la futura coalición de Feijóo y Abascal es el principal argumento electoral de Sánchez para frenar al PP.
Donde temen que después de las elecciones municipales y autonómicas de mayo van a necesitar en ayuntamientos y autonomías los votos de Vox y que Abascal, como en Valladolid, volverá a tener a Feijóo entre la espada y la pared.
Pero cuando solo falten seis para las elecciones generales y a sabiendas de la importancia del lema que lideró Camilo José Cela de ‘el que resiste gana’. Aunque lo de resistir contra viento y marea no parece que sea, al día de hoy, unas de las cualidades que adornan el liderazgo de Feijóo en el PP.