El otro Juncal
Anoche me acosté tarde. Tardísimo. Podría decir que eran las tantas, pero en puridad eran las cuatro y pico de la madrugada. Me puse a cacharrear con el mando de la tele y me tropecé con el Filigrana y el Aceituno vestidos de luces en un pueblo castellano de la España profunda de posguerra, la […]