Entre buchitos de arte y un mal trago
“¡Venga, toro… p’alanteeeee!”… gritaba El Juli, agitando la muleta ante el belfo del cuarto toro de la tarde, despatarrado sobre el amarillo albero y confiado en la influencia de su voz para estimular la embestida del toro de Victoriano del Río. Pero el toro parecía más sordo que una tapia, porque apenas se estimulaba para […]