Toro muerto/Torero vivo...
La vigésima de San Isidro fue una total apoteosis… de la mansedumbre. De la mansedumbre en su acepción de antónimo de la bravura, es decir, la antítesis del toro bravo. Porque el toro bravo puede tener su punto de manso, como el humano valiente su ramalazo de miedo. De hecho, ambos son proclives a momentos […]