Los tres quites del perdón
Cuentan que Juan Belmonte, atraído por la novedad del entonces joven matador Domingo Ortega, acudió a verle torear acompañado por Domingo Ruíz, a la sazón (año 31) apoderado de Gitanillo de Triana. A la salida de la plaza, el genial trianero, con su peculiar y leve tartaja, le susurró al oído al citado mentor del […]