¡Estás para reaparecer!…
Los toreros, por lo general, son la caraba, o séase, seres extraordinarios. No se cansan de serlo –toreros, no carabas—por mucho que, una vez retirados de los ruedos “oficialmente”, se hayan juramentado ante familiares y amigos, sellando con la mayor solemnidad su severa y sublime decisión de colgar para siempre el traje de luces. Mienten. […]