El jacinto blanco
No es un buen momento para abrir ninguno, pero si algún día tuviera un café lo llamaría “El jacinto blanco”. Me suena bien el nombre mientras observo cuánto ha crecido el jacinto que compré nada más llegar a París, sin tener siquiera la seguridad de que sería blanco, ya que aún no había espigado; y […]