El buen gusto no está reñido con los viejos oficios. Un ejemplo: La Eriza, una tienda-taller dedicada a la encuadernación y restauración de libros. Su propietario, Óscar Sánchez, ha creado un espacio excepcional y lleno de colorido, que se disfruta desde el momento en que se atraviesa la puerta de este local  de la calle Colón de Madrid.

Ya en su escaparate, adornado a veces con bodegones de frutas y flores, se intuye que estamos ante un lugar especial; uno de esos sitios en los que el tiempo pasa despacio y uno no encuentra el momento de marcharse. No hace falta (aunque ayuda) ser un lector consumado para enamorarse de la infinidad de papeles, telas y pieles que se guardan en él y pasar un buen rato admirándolas.

Su interiorismo, que recuerda a los cuartos de maravillas y a mil ambientes más sin llegar a parecerse a ninguno, es la mejor presentación del trabajo pulcro y bonito que se hace en la tienda. Concebida también como un punto de encuentro para artistas, acoge exposiciones y recitales de música, algo que dice mucho y bien de su dueño.

La Eriza. C/ Colón, 15. Madrid