Para Monterías, las de Baltasar Garzón
Si es cierto que Hacienda está investigando el coste de las monterías a las que invitaron al Rey Juan Carlos I entre 2014 y 2018, imaginamos que a instancias de la Fiscal General del Estado, la ‘bella lola’, Dolores Delgado, creemos van a hacer un serio ridículo porque en España la gran mayoría de las monterías que se celebran son por invitación, a todos los Monteros, por el propietario de la finca.
Es algo así como si un amigo te invitara a comer en su casa. Y si la fiscal Lola quiere más detalles se los debería preguntar a su compañero del alma, el ex juez Baltasar Garzón -amigo como ella del ex comisario Villarejo- y un experimentado montero que acudió como invitado -‘de gañote’- a muchas cacerías.
Como aquella tan famosa a la que asistió en la compañía del ex ministro de Justicia y amigo suyo Mariano Fernandez Bermejo, en tiempos de Zapatero y en la que se urdió otra caza mayor, la del caso Gurtel.
Y si esto es todo lo que tienen para volver a asustar y presionar al Rey Juan Carlos I, para que se quede encerrado y callado en su jaula de oro en Abu Dhabi, pues menuda tomadura de pelo manipulada al alimón entre los dos grandes palacios de un país donde sus primeros inquilinos deberían de estar dedicados a los verdaderos e importantes problemas de España.
Como, por ejemplo, la caída hasta el 4,1 % de la previsión de crecimiento en España para 2022 según la OCDE, que seguramente acabará siendo peor y menor, si la inflación sigue en España con su cabalgada desbocada.
Mientras tanto continúan las broncas internas del Gobierno de Sánchez con sus aliados de ERC a los que el presidente les ha restregado en los morros en el Senado los indultos que les concedió. Y ello mientras el inefable Rufián acaba de llamar ‘tarado’ a Puigdemont por declarar la independencia de Cataluña el 27-O de 2017, cuando fue Rufián quien, el día antes, le llamó Judas a Puigdemont por dudar en dar ese paso, a cambio de ‘155 monedas de plata’.
O sea, todo patas arriba y Lola de montería con las realas de Hacienda a ver si caza algún trofeo como aquel que se compró el ex ministro Bermejo para lucirlo en su salón. Señor ¡que tropa! como dijo Romanones y con razón.