Sánchez debe reforzar la capacidad de las FAS
Ya tenemos abierto otro frente dentro del Gobierno: el presupuesto militar.
Al inicio del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez con Unidas Podemos y con Pablo Iglesias de vicepresidente España no aceptaba la propuesta de la OTAN de ampliar sus gastos de defensa hasta el 2 % del PIB, lo que supone prácticamente doblar el presupuesto actual.
Y también un cambio de posición de Sánchez que en principio había dicho que España solo elevaría el gasto de defensa hasta el 1,24 % del PIB en 2024. Cambio de posición también ampliado en lo relativo al envío de armas españolas a Ucrania.
A lo que en principio y presionado por Podemos se opuso Sánchez, pero solo 36 horas después y una vez que le sonaron los teléfonos atlánticos el presidente rectificó y anunció un envío urgente de armas a Ucrania lo que indignó a sus aliados de UP.
Pero estaba en juego y en peligro por la actitud de Sánchez y la oposición de UP a la Cumbre de la OTAN en Madrid la celebración de la Cumbre en España, y a buen seguro que así se lo hicieron saber a Sánchez los primeros gobiernos de la OTAN, y a partir de ahí comenzaron las rectificaciones.
Pero el problema de la Defensa española no es político sino estratégico, porque en los últimos años el Ejército español ha sido abandonado por este Gobierno. Empezando por los sueldos y siguiendo por el armamento y la escasez de maniobras militares -en tierra, mar y aire- que ten necesarias son para la puesta a punto y entrenamiento de nuestras Fuerzas Armadas.
Las que, según algunas fuentes, no están ahora en su mejor momento de operatividad. Por ejemplo, ¿cuántos de los más de 70 aviones de combate eurofigther están hoy verdaderamente operativos? No vamos hacer aquí un pronóstico para no desvelar presuntas flaquezas. Y ¿cuanto misiles tienen nuestras modernas fragatas? ¿Y las divisiones acorazadas? Otro silencio. Y ¿qué pasa con el famoso y solitario submarino? Y más aún, ¿como estamos de munición para maniobras y fuego real si fuera necesario? Silencio y clara preocupación.
Lo que sí tenemos son unos mandos militares con una gran preparación, experiencia en misiones internacionales de riesgo y excelente formación. Y unas tropas de élite, como la Infantería de Marina, La Legión y la Brigada Paracaidista, que están consideradas en la OTAN y en todo el mundo como unidades de combate de primerísimo nivel internacional.
Pero en conjunto las Fuerzas Armadas Españolas no tienen el presupuesto militar que necesita la defensa del país y que nuestras FAS merecen para estar al mismo nivel de los grandes ejércitos de la OTAN y de los que se están creando en el entorno de la UE. Y da la impresión de que el gobierno de Sánchez no quería arreglar esta lamentable situación presupuestaria y ha sido sido, por causa de la guerra de Ucrania y de la Cumbre de la OTAN en Madrid cuando Sánchez ha comenzado a reaccionar.
A sabiendas, también, cómo sabe de la indignación y malestar que se ha detectado en las FAS por el lamentable episodio del cese de la directora del CNI, Paz Esteban, para entregar su cabeza a los golpistas de ERC.
Un episodio en el que la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha quedado peor que mal ante el CNI y las FAS. Y un episodio que sin duda pesará en su ahora visita al Pentágono en Washington, donde probablemente le van a leer la cartilla sobre la crisis del CNI y sobre la presencia de ministros comunistas en el Gobierno español.
Lo que probablemente justifica la frialdad del presidente Biden con Sánchez que pretendía añadir, hasta ahora sin éxito, una visita oficial del líder de USA a España aunque sólo fuera de un día y pegada a la Cumbre de la OTAN.