La dignidad de Edmundo Bal y su responsabilidad en Cs
La respuesta de Pedro Sánchez a Edmundo Bal, el portavoz de Cs en el Congreso de los Diputados, sobre el cese de la directora del CNI, Paz Esteban, es una prueba del deterioro político y moral del presidente del Gobierno. El que se sintió tocado cuando Bal le acusó de haberse ‘cargado el buen nombre de España y de sus instituciones’, al haber entregado (a ERC) ‘en bandeja de plata la cabeza de la directora del CNI’.
A lo que Sánchez respondió, entre vítores indecentes del grupo socialista: ‘debe ser frustrante sentirse tan bueno y quedarse fuera de la Asamblea’ (de Madrid). Una respuesta soez, en línea con su acusación de la presencia de ‘mangantes’ en los Gobiernos del PP, olvidando Sánchez los gobiernos del PSOE de los ERES, el GAL, Filesa, espionaje ilegal (de Narcís Serra), Roldán, Juan Guerra, etcétera.
Sánchez le faltó el respeto a Bal sin entender que cuando un diputado habla en la Cámara no solo lo hace como representante de un partido político sino que habla ‘en el nombre de la Soberanía Nacional’. Y en el caso de Bal que nos ocupa en el nombre de la verdad y de un sentimiento también nacional muy extendido en todo el país por lo ocurrido en el CNI.
Lo que provocó un profundo malestar en el Centro Nacional de Inteligencia y también en el seno de las Fuerzas Armadas. Lugares donde la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha quedado desenmascarada y desprestigiada por entregar en manos de ERC la cabeza de la directora del CNI.
Edmundo Bal es un político ejemplar al margen de los errores y los fracasos electorales que en los últimos años y meses ha cosechado Cs. Lo que pasó, precisamente, por ‘acercarse’ Albert Rivera a Sánchez durante la campaña electoral del otoño de 2019 al anunciar su disposición a pactar con el PSOE. Y más tarde con Arrimadas que se fue de la mano de Sánchez a la fallida moción de censura en Murcia que provocó el hundimiento de Cs en Madrid.
Y debe ser el diputado Bal, ante la ceguera y cúmulo de errores de su líder Arrimadas, quien debería tomar la iniciativa para articular en torno al PP de Feijóo una alternativa ganadora y eficaz frente a este Sánchez que se ‘está cargando el buen nombre de España y de las instituciones’.
Para que, en las elecciones en marcha (en Andalucía) y en las venideras de 2023, no se pierda ni un solo voto del centro político en ‘la papelera’ de los restos electorales que no obtienen diputados, como le ha ocurrido a Cs en Castilla y León y les va a pasar en Andalucía, porque eso solo favorece a Sánchez y a su régimen autocrático de poder.
Y Bal sabe, como lo anuncian todas las encuestas, que Cs -como le ocurrió a UPyD- va camino de una imparable desaparición de la que se benefician el PP, Vox y también Sánchez. Y constituye un error gravísimo que Arrimadas y la dirección de Cs no haya sellado un acuerdo nacional con el PP antes de la cita del Sur donde Cs corre el riesgo de quedar fuera de su Parlamento y a lo más con una presencia testimonial como ya les ha ocurrido en CyL.
Lo de ‘morir con las botas puestas’ del centro o político puede parecer algo heroico pero no sirve para nada en estos graves momentos por los que pasa España y Bal lo sabe y por ello debería actuar en consecuencia en el seno de Cs antes que sea demasiado tarde para reaccionar. Como posiblemente Bal y Arrimadas lo comprobarán el 19 de Junio en Andalucía una cita que está al llegar.