Feijóo será senador
Por fin y como se esperaba el presidente del PP Alberto Núñez Feijóo ha confirmado que en los próximos días convertirá en senador por designación autonómica, lo que además de ofrecerle el aforamiento le dará la ocasión de mantener algún debate cara a cara con el Presidente Pedro Sánchez, quien no suele visitar a menudo la Cámara alta.
En realidad y hasta finales del mes de mayo Feijóo no estará operativo y a pleno rendimiento -si es que piensa rendir mucho- en Madrid donde todavía tiene que reorganizar los grupos y responsabilidades parlamentarias del PP en el Congreso y el Senado. Y cuando acabe con esas tareas se tendrá que ocupar del Congreso madrileño del PP y acto seguido y, con ese ‘salero’ que le caracteriza, se trasladará a Andalucía para colaborar con Juanma Moreno en la campaña electoral de los comicios sureños del 19 de junio.
Ahora bien, en el PP sus dirigentes y parlamentarios están desconcertados con la recientes declaraciones de Feijóo en Barcelona en las que dijo que él no viene a Madrid a hacer oposición sino a ofrecer una alternativa.
Y preguntamos ¿Cómo pueden los ciudadanos visualizar una alternativa de Feijóo a Sánchez si no se hace oposición? Y en ese caso ¿para qué sirven los grupos parlamentarios del PP en el Congreso y el Senado si no ejercen la oposición con la claridad y contundencia que requiere el tenso momento político español, con el gobierno desarbolado, la crisis económica de mal en peor y las instituciones dañadas como ahora ocurre con el CNI?
Puede que Feijóo confíe mucho en sus encantos y a lo mejor piensa que va a ‘matar a besos’ a Sánchez. Pero se equivoca si esa es su estrategia. En primer lugar porque si renuncia a ‘hacer oposición’ la hará Abascal, y en segundo y tercer lugar porque Sánchez es implacable y porque Feijóo tiene una responsabilidad ante sus militantes y el conjunto de la ciudadanía que espera no solo una alternativa al ‘sanchismo’ sino también una respuesta clara y contundente y políticamente de alto nivel.
Porque lo que le hemos escuchado decir a Feijóo en los últimos días para calificar al Gobierno de ‘aquelarre’ o ‘jaula de grillos’ no pasan de ser unas bromas cuando lo que esperábamos de Feijóo era una declaración firme y concisa sobre lo ocurrido en España con el espionaje del CNI a 18 dirigentes separatistas catalanes, los ataques al CNI desde dentro del Gobierno y la confesión de Sánchez de que él también había sido espiado con Pegasus.
Pero Feijóo ha optado por un discreto silencio, después de apoyar al PSOE para que no se creara una Comisión de investigación en el Congreso del espionajes y después, también, de que Sánchez abriera a UP, ERC y Bildu las puertas de la Comisión de Secretos Oficiales en la que compareció hace pocos días Paz Esteban, la directora del CNI.
Feijóo presume ser un político serio y adulto pero en esta tan importante cuestión no estuvo a la altura de la que era su responsabilidad. Y mucho nos tememos que seguirá por ese mismo camino cada vez que se plantee un debate de alto impacto y conflictividad.
La ‘moderación’ de la que presume Feijóo está muy bien en las formas pero mejor sería lo ‘mano de hierro en guante de seda’ porque en este país están pasando muchas cosas y muy graves por lo que el líder de la oposición ha de abordar estas situaciones de manera directa y exhibiendo un liderazgo firme si de verdad quiere que su alternativa comience a convertirse en una realidad y eso sin hacer oposición no funcionará.