Las brujas y la contrarreforma laboral
El macarra Gabriel Rufián ha vuelto a ponerse chulo ante Pedro Sánchez -al que desde ERC le acaban de sacar la retirada de la Abogacía del Estado de la malversación de fondos públicos en gastos de propaganda internacional del fallido procés- y ahora lo amenaza con votar en contra de la ‘reforma laboral’ si no se introducen rectificaciones sobre los convenios regionales.
Lo que está volviendo locos a Sánchez y a la vicepresidenta Yolanda Díaz. La pobre Yolanda que empieza a tragarse las exigencias de PNV y ERC (y Bildu) y pretende reabrir la caja de los truenos de la renegociación de esta reforma la oral pactada con los sindicatos y la CEOE, a lo que en principio se niega la patronal, aunque Garamendi es otro blandito que puede tragar.
Y, aparentemente, también se niega el presidente Sánchez. Aunque sabido es que el presidente, al que los nacionalistas le tienen tomada la medida, es un experto en recular. Y, como dijo una vez Helmut Schmidt de los tanques de Italia, provocando un incidente diplomático, Sánchez ‘tiene una marcha hacia delante y cuatro marchas hacia atrás’.
Al fondo de todo ello aparece desesperada y bajo fuego cruzado y amigo Yolanda Díaz. A la que poco a poco le están cortando las alas y los rizos de su melena y su pretendido liderazgo de extrema izquierda sus compañeros de UP.
Y especialmente ese par de ‘brujas’ de la política que son Ione Belarra e Irene Montero, las que no le perdonan a Yolanda el que no las invitara a la fiesta -el ‘aquelarre’ lo llamó Casado- de Valencia con Oltra y Colau, otras que tal bailan.
En la Iglesia Católica ‘la contrarreforma’ fue la dura respuesta que dio el Vaticano en el Concilio de Trento (1545) para frenar el avance de la reforma Protestante de Martin Lutero. Y para lo que entre otras muchas cosas se puso en marcha la tremenda Inquisición, para acabar con ‘la brujería’.
Brujería como la que hoy, políticamente hablando, impera en la filas de UP con este aparente baile o batalla de las escobas entre las tres ministras de de Podemos sobre el cielo de La Moncloa cubierto de intrigas.
El lugar por donde vuelan a gran velocidad y tirándose de los pelos estas tres ‘gracias’ o ‘brujas’ y ministras de UP, Yolanda, Ione e Irene, como si se tratara de la una competición organizada por Harry Potter entre las altas torres del castillo encantado de Hogwarts.
Adivina, adivinanza, ¿quién ganará? Como diría el maestro Julio Cerón que en el cielo está ‘me apuesto un ojo de Oltra o los dos de Colau’ a que es el brujo Pablo Iglesias quien está manejando los hilos de este ‘aquelarre’. Y, en consecuencia, Yolanda Díaz perderá la batalla en el beneficio de la esposa de Iglesias, doña Irene Montero, la marquesa de Galapagar.