Huelga de hambre contra Torra
Los presos golpistas Sánchez y Turull, dos presuntos delincuentes a la espera de juicio (‘justo’, dice Sánchez y de condena que la habrá ante la evidencia de los delitos, han iniciado una huelga de hambre para presionar a los jueces que dentro de unas semanas abrirán el juicio oral en contra de los primeros responsables del golpe de Estado catalán del 27-O.
Y también para movilizar a las bases del independentismo que se están olvidando de los presos y sumándose a la rebelión social en contra del desgobierno de Torra y del empeoramiento de la situación económica y social de Cataluña, incluidos los servicios públicos.
Pero los presos golpistas se equivocan con esa huelga de hambre porque no conseguirán impresionar a la Justicia ni va a condicionar las sentencias. Y ya veremos si van a conseguir movilizar a las bases independentistas catalanas y entre otras cosas para impedir que el Gobierno de Torra pacte con el Presidente Sánchez los Presupuestos del Estado de 2019 y los de Cataluña con ayuda del PSC.
Un intercambio de apoyos presupuestarios que Sánchez cree posible con el argumento de que el Gobierno de Torra necesita el dinero del Estado para apaciguar la creciente rebelión social catalana contra la Generalitat. Y por supuesto un dinero que Sánchez le daría gustoso a Torra para comprar los votos de los diputados secesionistas que tienen escaño en el Congreso de Diputados.
En suma, Sánchez pretende que Torra se olvide de los presos del 'procés' a cambio de dinero y los presos con la huelga de hambre de Sánchez y Turrull les están diciendo a Torra que nada de pactar con el Gobierno de España.
Que fue el mismo mensaje que lanzó recientemente el grotesco diputado de ERC Rufián cuando insultó a ministro Borrell (al que luego le escupió otro de los suyos) en el Congreso en un debate en el que Rufián acabó expulsado del hemiciclo.
En el ámbito de los golpistas crece la preocupación porque ven que van a juicio y serán condenados y que son muchos los catalanes que empiezan a estar hartos del fracasado 'procés' y muy preocupados con los problemas económicos y sociales del país catalán.
O sea la huelga de hambre en definitiva es una advertencia a Torra.