Puigdemont liquida el PDeCAT
La capacidad destructiva de Carles Puigdemont no tiene límites. Ahora acaba de liquidar lo poco que quedaba en Cataluña de la vieja CiU en el seno del PDeCAT para meterlo en el saco de su nuevo partido personal, La Crida.
Y a su solo servicio con lo que el bloqueo político en Cataluña está servido y el incipiente diálogo entre Sánchez y Torra está en la vía muerta que controla el maquinista de la independencia, Puigdemont.
Para el Estado español es lo más cómodo, sobre todo porque todo esto garantiza el enfrentamiento entre Junqueras y Puigdemont como lo hemos visto en el Parlament, donde los emisarios del prófugo quieren que se abra otra nueva fractura de la legalidad para que su presidente Roger Torrent siga la misma senda de la desobediencia que llevó a la cárcel a Carme Forcadell.
Pero lo que no quiere reconocer a Puigdemont, parecen entender muchos en Cataluña, es que el prófugo con la declaración de la independencia que fracasó gastó un cartucho que nunca más podrá volver a disparar, ni él ni nadie en Cataluña en muchos años. Por digan lo que digan algunos en Bruselas o en Berlín, el horizonte de la Justicia española ahí está y cuando empiecen a llegar las condenas más de uno se lo pensará.
Lo asombroso de todo esto es que el otrora nacionalismo catalanista ha desaparecido del mapa político catalán sin que nadie se atreva a levantar esa bandera que años atrás les dio poder, prestigio y modernidad, así como el liderazgo en una Cataluña que hoy se reparten Cs y ERC.
Puigdemont no tiene más proyecto que el enfrentamiento con el Estado y, en eso y como lo demuestra su condición de prófugo, tiene todas las de perder. Y tarde o temprano llegará un tiempo en el que los que fueron sus propios compañeros lo abandonarán hartos de su megalomanía, sus disparates y su viaje hacia ninguna parte que a buen seguro acabará muy mal.
Y a qué esperan los soberanistas burgueses del mundo económico y del mediático catalán para cortar las amarras que les unen con Puigdemont? Esa es harina de otro costal.