Rivera juega con la corrupción de Rajoy
Albert Rivera parece sombra de lo que era y, confundido por la encuestas que le dan ganador de unas próximas elecciones en votos (en escaños veríamos), pretende, desde sus 32 escaños actuales, que todos se arrodillen ante él: Sánchez retire la moción de censura; Rajoy convoque elecciones en otoño; e Iglesias pacte un presidente neutro e interino para echar a Rajoy y convocar elecciones.
De lo que apenas habla Rivera es de la corrupción de Rajoy y del PP que él lleva tiempo tapando y amparando, con su apoyo a la investidura y a los Presupuestos (2017 y 2018) de Rajoy, así como a los varios desistimientos constitucionales del presidente del Gobierno que tanto daño han hecho a España en Cataluña y a sus concesiones al PNV y al PDeCAT.
Rivera solo piensa en las elecciones y se olvida de la sentencia de Gürtel, el escándalo Zaplana y de la movida del presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, en la reciente formación del tribunal de vistilla que decide este miércoles si Rosalía Iglesias, la esposa de Bárcenas, entra en prisión con motivo de sus 15 años de condena en Gürtel. O si la dejan en libertad para que Bárcenas no cuente todo lo que sabe de Rajoy.
Lo que se imagina Rivera pero no lo quiere conocer y por ello apoya a Rajoy, Lesmes, Bárcenas y Rosalía. Porque si canta Bárcenas y Rajoy se queda atrapado en Gürtel Cs no tendría más remedio que apoyar la moción de Sánchez o colocarse a la vera de la corrupción de Rajoy que es, en este momento, lo que está haciendo Rivera con discreción.
Rivera lleva semanas envuelto en la bandera de España, divagando mucho (ayer se hartó) y obsesionado por llegar a La Moncloa. Y corre el riesgo de llevarse una sorpresa porque se le ve demasiado el plumero de su ambición y no quiere reconocer que un presidente del Gobierno como Rajoy rodeado por la corrupción no puede continuar al frente de España ni un minuto más.
Y hora es que Inés Arrimadas asuma más protagonismo en Cs y le diga a Rivera que así no puede y no debe seguir. Que España no puede tener un gobierno corrompido y que esa es una cuestión urgente y prioritaria sobre todo lo demás (¿con qué autoridad puede un gobierno corrupto abordar el problema catalán?).
Pero Rivera cree que la prioridad es él y nadie más y está tentando la suerte de salvar a Rajoy que es un pertinaz ‘matador’ de adversarios políticos de toda índole. Y si Rivera le da otra oportunidad de continuar el viejo político del PP, que teme a Bárcenas como a un nublado, le dará a Rivera el abrazo del oso y políticamente lo estrangulará.
De manera que Sánchez no debe vestir la piel del oso antes de cazarlo, ni Rivera debe jugar con él. Y menos aún en este momento que está furioso y acorralado y que es capaz de cualquier cosa para sobrevivir en el poder, y sobre todo para que no lo vuelva llamar a declarar ningún juez.