El Cristo de la Buena Muerte
En Cataluña se suspende la Barcelona World Race de vela por culpa de la inestabilidad política, como a punto estuvieron de cargarse el Mobile World Congress, mientras sigue la diáspora de empresas e inversiones y la caída de la economía catalana no cesa a medida que se calienta la calle y suben las amenazas del entorno de los golpistas donde lloran la detención de su líder Puigdemont en Alemania víctima de su soberbia idiotez.
Para celebrarlo una buena parte del Gobierno de Rajoy -Cospedal, Zoido, Mendez Vigo y Catalá- se ha trasladado a Málaga para asistir a la entrega del Cristo de Mena o de la Buena Muerte a manos alzadas de la Legión, lo que transmite una imagen de ardor guerrero de un Gabinete confesional que mira al cielo emocionado el paso del Cristo mientras los legionarios cantan, a voz en grito y pelo en pecho, su himno ‘El novio de la muerte’.
Junto a los cuatro ministros legionarios, presididos por la titular de Defensa (sin mantilla) Dolores de Cospedal aparecieron otros aguerridos dirigentes del PP, como su presidente Juanma Moreno Bonilla (el soldado Bonilla) y el Comisario Europeo Miguel Arias Cañete.
Y entre las miles de personas que asistieron al espectáculo en Málaga algún grito patriótico singular: ‘¡el Cristo de Mena a Barcelona y por la Diagonal!’
Bueno, tranquilidad, no mezclemos la Semana Santa de Andalucía con la semana de pasión catalana y las andanzas callejeras de los Comités para la Defensa de la República, que son una especie de somatén amenazante al que le están saliendo competidores entre grupos de la extrema derecha, lo que no anuncia nada nuevo salvo el riesgo de graves altercados.
Mientras tanto en el Parlament siguen sin saber qué hacer porque todo está pendiente de la posible extradición de Puigdemont a España por parte de la Justicia de Alemania, lo que de producirse crearía en Cataluña un momento de alta tensión, de ahí la presencia en ese territorio de escoltas policiales al cuidado de políticos, jueces y fiscales, lo que recuerda los tiempos de la kale borroka en el país vasco.
Porque ya son muchos los analistas y observadores que consideran que la violencia en Cataluña está a punto de subir nuevos escalones camino de algún enfrentamiento brutal. Los ánimos desde luego están caldeados pero esperemos que la tensión emocional no se convierta en agresiones y que la Semana Santa discurra con normalidad.