Puigdemont no quiere que vote el Congreso
Pues sí que estamos bien, llevamos meses escuchando a Puigdemont que quieren votar y cuando por fin decide acudir al Congreso de los Diputados, que es la verdadera y única sede de la soberanía popular, el político catalán no quiere que el Parlamento español vote sobre su propuesta de celebrar un referéndum ilegal.
El problema de Puigdemont, Junqueras y demás acompañantes de la CUP es que necesitan armar ruido todos los días para movilizar a sus bases y de ahí sus continuas provocaciones y desafíos a los que, por el momento, nadie hace caso en Madrid por aquello de que ‘no hay mayor desprecio que el no hacer aprecio’.
De manera que si Puigdemont viene al Congreso se tendrá que adaptar a lo que decida la Mesa de la Cámara y si se decide votar se votará y entonces los secesionistas se llevarán un nuevo revolcón como el que han cosechado en la escena internacional, como bien se lo recordó el viernes el presidente de Francia Emmanuel Macron.
El segundo problema de los secesionistas es el de cómo suspender ahora el referéndum sin hacer el ridículo y presumiendo de víctimas de la malísima España. Prácticamente necesitan un milagro porque han sido ellos los que se han metido en su propia trampa y ahora no saben cómo salir y cambiar el referéndum por las elecciones autonómicas que es de verdad a lo que van.
La paciencia de Rajoy es infinita, pero todo tiene un límite y el Gobierno no debe por nada del mundo dejar a Puigdemont ir más lejos porque ya está fuera de la legalidad al haber convocado el referéndum y a partir de ahora intentarán una declaración exprés de independencia en el parlamento de Cataluña lo que sería el colmo de la ilegalidad.
La impresión general es que el proceso secesionista está agotado y día a día pierde adeptos -Puigdemont fue abucheado en Badalona-, en los niveles político, económico y popular. Y además corre el riesgo de darse un buen batacazo en las elecciones autonómicas en beneficio de Junqueras y ERC que llevan tiempo empujando a sus socios del PDeCAT hacia el precipicio para quedarse ellos con la presidencia de la Generalitat.
En todo caso sí Puigdemont se presenta en el Congreso de los Diputados la Cámara votará rechazando su propuesta como es lógico y natural.