La Santa Compaña y el 'despachito' catalán
Con los escapularios del 3 %, que incluyen una foto de Jordi Pujol, acaba de llegar a Madrid la 'Santa Compaña' del independentismo catalán a hacerse unas fotos pordioseras en el pórtico de los leones del Congreso a ver si los diputados se apiadan de Homs -otro aforado que ejerce el privilegio- y no le conceden el suplicatorio para que declare, como todo hijo de vecino, ante el juez.
Esta pandilla, que se pasa los días en procesión de un tribunal a otro por no cumplir con la legalidad, a la que desafían con mofa para presentarse como víctimas de la 'judicialización de la política', son unos pelmazos y también unos catetos en Madrid que vienen a buscar fotos a la capital. Para ver si mantienen viva la llama de un proceso fallido que cansa, aburre y no va a ninguna parte mientras en Cataluña los verdaderos problemas de la gente siguen sin resolverse.
El muerto vivo de la fantasmal comitiva es Artur Mas a quien la CUP echó de la Generalitat de una patada en el trasero para colocar ahí a Puigdemont -¡ay si Tarradellas levantara la cabeza!-, quien juega a estadista aunque que en realidad es el mayordomo de Junqueras que es el que de verdad manda en Cataluña.
Y el que quiere negociar con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría de la que se dice que abrirá despecho oficial en Barcelona, lo que sería un disparate mayúsculo y enfadaría a los nacionalistas a los que les encanta venir gratis a los madriles para parlamentar, es decir para pedir todo lo que se les ocurra aunque sea ilegal.
Eso del segundo despacho de la vicepresidencia del Gobierno lo inventó en su día Alfonso Guerra, cuando se montó un despacho oficial en la Plaza de España en Sevilla donde, en ausencia de Alfonso, se sentaba el famoso Juan Guerra, el conseguidor del patio de monipodio. El que arruinó la carrera política de su 'mienmano' cuando el ex ministro de Cultura Jorge Semprún dijo aquello de: 'despacho oficial, hermano del vicepresidente y tráfico de influencias, verde y con asas'.
De manera que si Soraya abre despacho oficial del Gobierno de España en Cataluña habrá que abrir otros despachos similares en todas las Autonomías y en ese caso acabaríamos teniendo un gobierno itinerante como el carro de la farsa, o 'la barraca'. Y además se corre el riesgo de que cuando Soraya no esté en Barcelona se instale en dicho despacho María Pico con el pequeño Nicolas.
Y si no que le pregunten a García-Margallo, que se está despachando a gusto contra Soraya, que es lo que piensa de la vicepresidenta y de su concepto de España. Aunque puede que eso del 'despachito' catalán se le haya ocurrido al propio Rajoy para alejar a Soraya de Moncloa y quedarse a solas con Cospedal que está de maniobras militares en la oscuridad.
Pero ¿por qué tienen tanto miedo los independentistas catalanes a la hora de visitar al juez y se arropan con la 'Santa Compaña'? ¡Vaya usted solo, señor Homs, a ver al juez que ya es mayorcito! y déjese de lloriqueos y numeritos porque aquí, en Madrid, no causa ninguna pena ni se va a redimir.