Cuando todavía no se han apagado los rescoldos de los escándalos de Soria y Barberá, ya tienen Rajoy y el PP en la pista central del circo nacional de la corrupción a Rato y Blesa como las principales estrellas del primer juicio de Bankia sobre las tarjetas 'black'. Sin duda otro espectáculo mediático que va a cercenar las expectativas de Rajoy de acudir a otra investidura porque ni C's ni PSOE se lo consentirán.

Algunos memos del PP creen que la crisis del PSOE, tras las elecciones vascas y gallegas, amortiguara el ruido de las tarjetas black pero la imagen de esos dos golfos de guante blanco que son Rato y Blesa y ambos en el banquillo de las 'black' que se avecina será portada de todos los medios de comunicación del país.

Todo ello abundara en la idea de que la única salida a la crisis actual es: un gobierno del PP con apoyo de C's y la abstención del PSOE pero sin Rajoy.

Pero Mariano no tragara y buscara terceras elecciones para continuar por tres razones importantes: porque Sanchez lo llamo 'indecente' ante toda España; porque sus relaciones con la Casa Real son muy malas desde que alguien de la Casa le dije sugirió su retirada; y porque teme que si sale de la primera linea de la política un juez o un fiscal lo citara a declarar en alguno de los casos de corrupción del PP.

Cosa que no ocurrirá mientras sea presidente del gobierno, aunque este en funciones, porque hay jurisprudencia del Tribunal Supremo que lo protege con la teoría de los 'estigmas' que salvaron a Felipe Gonzalez en el juicio de los GAL.

Y eso de los estigmas, o de la posible 'estigmatizacion' del presidente del gobierno, es el mejor escudo de Rajoy. Y el lo sabe y por eso no se va y prefiere las terceras elecciones, mientras se guarece en la presidencia al menos hasta el mes de marzo y luego ya se vera.