Rajoy y la Democracia
Ha dicho Mariano Rajoy que 'no es democrático' pedirle que se aparte de la investidura para facilitar que otro candidato del PP pueda conseguir formar Gobierno con el apoyo de C'S y la abstención del PSOE, evitando así unas terceras elecciones. Pues bien o Rajoy no sabe lo que es una democracia -en el caso español 'parlamentaria'- o simplemente no dice la verdad para evitar presiones de su partido e intentar confundir a los españoles en la sola defensa de su ambición personal y al margen del interés general de España.
Ya antes Rajoy había acusado a Pedro Sánchez de 'anti patriótico' por no querer abstenerse para que él continúe como presidente del Gobierno. Una acusación que también es otro disparate porque el PSOE está en su derecho de votar a quien desee para Presidente del Gobierno de España.
De manera que el discurso de Rajoy con el que acusa de 'no demócratas' y 'anti patrióticos' a quienes, en uso de su libertad democrática, no le quieren votar como Presidente del Gobierno es un discurso penoso y ese sí que no es democrático, por más que el PP haya sido el partido más votado en las elecciones del 26-J. Lo que le impide gobernar si no suma los 176 escaños de la mayoría absoluta.
No hace falta recordar el amplio inventario de motivos que tiene el resto de los adversarios políticos de Rajoy para oponerse a su Presidencia y que son harto conocidos. Tan solo el reciente intento de Rajoy de colocar en el Banco Mundial y en el nombre de España al impresentable José Manuel Soria, ya es prueba suficiente de que Rajoy no es la persona adecuada para presidir hoy un Gobierno, que además va a necesitar de continuos pactos a lo largo de la legislatura y no solo en la investidura.
Desde luego si al PP tanto C's (con su voto a favor) como el PSOE (con su abstención) le ofrecen un pacto para gobernar sin la Presidencia de Rajoy, y evitando unas terceras elecciones, y el PP lo rechaza por la imposición del propio Rajoy, los españoles sabrán entonces que quien busca las terceras elecciones es el PP y que el problema de España (y del PP) se empezará a llamar a partir de ese momento Mariano Rajoy.
Ahora bien antes de llegar a ese futurible hay despejar primero la incógnita de Pedro Sánchez que es en la actualidad quien ostenta el título oficial de primer problema de España (y del PSOE). Porque si Sánchez mantiene su no a Rajoy y también a cualquier otro candidato del PP, entonces serán el PSOE y Sánchez quienes carguen con la culpa de las terceras elecciones, exonerando a Rajoy y al PP de esa responsabilidad.