Aznar maltrata a Rajoy
Con la cara que pone de enfadado con toda la Humanidad, Aznar en el 80 cumpleaños de Vargas Llosa ha pasado por delante de Rajoy con la mirada puesta en el infinito y el mayor de sus desprecios tras decir que hacen falta ‘nuevos liderazgos con tracción social, moral y política’. Lo que es una indirecta manera de decirle a Rajoy que se vaya y le deje el sitio a otro dirigente del PP, quizás a Pablo Casado que es el pupilo de Aznar.
Y el pobre de Rajoy tieso y erguido como una vela de la Macarena o un menhir o una pétrea escultura de la Isla de Pascua. Siempre inmóvil y a la espera de acontecimientos porque nuestro presidente en funciones solo confía en que el tiempo lo arregle todo, y en que se hundan todos los demás adversarios de dentro y fuera del PP, Ahora le tiene echado el mal de ojo a Pedro Sánchez, como hasta hace poco se lo echó a Artur Mas hasta que acabó con él.
Es verdad que Rajoy ha maltratado a todo el mundo, ahí incluido a su mentor Aznar. Pero el hombre es así y no lo puede evitar ni cambiará hasta que le llegue su hora. Y en este momento está empeñado en la caída de Sánchez -en la que solo le ayuda Pablo Iglesias- y en nada mas, aunque sabe que está rodeado de traidores del PP que lo quieren sustituir (Soria, De Guindos, Margallo, Feijóo) y sufre encadenadas tempestades contra su liderazgo y su persona como consecuencias de los vientos que él sembró.
Desde que comenzaron las elecciones del 20-D Rajoy fue víctima de diversas e injustas agresiones: Pedro Sánchez le llamo ‘deshonesto’ en el debate electoral televisado que vio toda España, luego un animal le dio un puñetazo en Pontevedra, después en esa misma ciudad, que es su ciudad natal, lo declararon ‘persona non grata’, luego Sánchez se negó a negociar con él la investidura y le pidió que se marchara de la política, mas adelante Albert Rivera pidió a los diputados del PP que echaran a Rajoy de la presidencia de su Partido, parece que el Rey no estuvo amable con él durante la segunda ronda de consultas para la investidura, y ahora llega Aznar lo ningunea y le dice que se vaya (sic).
Pero don Mariano Rajoy Brey, el hombre de mármol, el Don Tancredo nacional de la política española sigue impávido, lívido e independiente, oteando el horizonte para ver los barcos venir y ver los barcos zarpar.
Sabe que si Sánchez llega a la Moncloa le lanzará dos o tres fiscales para llevarlo a declarar ante un juez por Gürtel, Bárcenas y la sede del PP. Sabe que está muy solo en su partido donde tiene pocos amigos y que de los polvos autoritarios que él sembró le vienen ahora los lodos de su soledad y los ataques de sus adversarios por tierra, mar y aire.
Pero de momento Rajoy ahí está aguantando el chaparrón impasible y sin pestañear. ¿Hasta cuándo? No se sabe. Pero si por un casual vamos a nuevas elecciones, las vuelve a ganar y logra quedarse en la Moncloa que se preparen algunos porque su venganza será fría y letal.