El super martes futbolero
Ya estamos otra vez enredados con el fútbol para olvidar, fútbol para hablar de otra cosa, fútbol para soñar. España sigue siendo la capital del fútbol mundial con la colección de estrellas del Real Madrid y Barcelona y el ímpetu espartano del Atlético de Madrid. El mundo nos contempla asombrados y no entiende, como no lo entendía el ‘amo’ del BCE, Mario Draghi, como un país que tiene tantos problemas maneja también el negocio del futbol y el balón. ‘Se mueven en el campo como lo hacían las legiones romanas, en bloque’, explicó Scálfari a Draghi y el banquero palideció.
El nuevo Real Madrid ya se ha estrenado y estrellado ante la bella Fiorentina donde Marquitos, nacido de la cantera del Madrid, ya ha triunfado y además ofreció en el Bernabéu una lección de buen futbol e incluso le marcó un gol al recién estrenado Keylor Navas. Pero entre la Fiorentina y Florentino hay una eternidad, porque el gran jefe blanco no solo quiere estrellas del fútbol sino también estrellas del marketing y la televisión, que vendan camisetas y se den un garbeo por todo el planeta paseando bellas modelos en sus coches fantásticos, mientras don Floro hace negocios a todo trapo en el Bernabéu, y mueve los hilos de la política y la información.
En el Barcelona las cosas son de otra manera, hay buenos y a la vez famosas estrellas importadas -Neymar y Suárez, entre otros- pero manda la cantera. Ahora en el palco del Camp Nou ya no se verá a los Pujols aunque algunos querrán, desde el estadio, agitar la Diada hacia el independentismo. Sin embargo en el campo del Manzanares de los Atléticos impera la modestia pero también la espartana austeridad y disciplina que impone el Cholo Simeone, quien no tiene más remedio que aceptar la estrategia del club de ir vendiendo, cada año, a la estrella de la temporada. Así pasó con Forlán, el Kun, Falcao y Diego Costa en los últimos años, y así volverá a pasar.
Pero ahora llegamos al super martes de la Supercopa española entre los dos grandes equipos de Madrid, el Real y el Atlético. Y ahí se pondrán a prueba las estrellas de Florentino que hasta este momento no han brillado demasiado, y la furia de Cerezo que está empeñado en comenzar la temporada con un triunfo. Veremos qué pasa en el derbi madrileño y también si los del Athletic de Bilbao salen bien parados ante el Nápoles de Benítez y se cuelan en la Champions por la puerta lateral. De momento, los blancos, en partidos preparatorios, no hicieron nada especial aunque, eso sí, ya ganaron la Supercopa de Europa a un Sevilla muy devaluado. Sin embargo, el Barcelona de Luis Enrique -otro ex del Real Madrid- ya toca el balón con soltura y el juego de sus finos y bajitos estilistas golea (como lo hicieron frente a ‘los leones’ de Méjico en el Gamper), contrasta y mucho con las cabalgadas de los gigantes blancos del Madrid.
Otra vez, la maña y la fuerza. Y otra vez el espectáculo del balón como elemento de distracción de la vida nacional, la gran válvula de escape de la indignación y la desesperanza. En realidad es un juego de niños que juegan unos muchachos muy famosos que ya están a punto de hacerse mayores y a los que siguen y admiran en todo el mundo. En realidad son ‘la marca España’, porque todo lo demás no se puede enseñar.