De Escobar al Barça-Madrid
Ha muerto Manolo Escobar y se ha llevado con él un tiempo pasado y unas coplas que inundaron las fiestas y las radios de un país que se abría camino en la dificultad, eterno destino de estas tierras donde una y otra vez hay que volver a empezar. Buen artista, buena gente, persona querida en toda España que emigró de joven de Andalucia a Cataluña y que triunfó allí con su especial españolismo, al margen de la guerra infantil de los botones o las naciones. Esa Cataluña hoy levantisca que Manolo Escobar no reconocería, y que ‘viaja’ entre absurdos desafíos y desencuentros hacia nadie sabe dónde, de la mano de políticos oportunistas que solo piensan en sí mismos y que pagarán muy caro su desvarío.
La copla no hace política sino amigos, y lo mismo pasa con el deporte o con el fútbol donde hay tensiones y reencuentros al margen de la política y de aquellos que pretenden utilizar el fútbol -como ocurre con el presidente del Barça- como arma arrojadiza en el debate nacionalista y nacional, lo que les va a salir muy mal. Por ejemplo, ¿qué harán con Iniesta o Pedro? O ¿se piensa cerrar para siempre el marcado futbolista español? O ¿qué consecuencias tendría todo ello de cara la campeonato del mundo de Brasil donde todos quieren lucir la camiseta de España, y puede que hasta el brasileño de moda, Diego Costa?
Ya está aquí el clásico de la Liga española entre el Barcelona y el Real Madrid, este sábado en el Camp Nou, duelo de titanes de los más grandes equipos del mundo y base de la Selección nacional del fútbol español, camino del Mundial de Brasil, la gran cita de 2014 en la que ninguna de las estrellas hispanas quiere faltar. Se ven de nuevo las caras los dos grandes pero esta vez sin la tensión de los banquillos de otras temporadas, cuando Pep Guardiola -al que CiU quiere meter en política- y José Mourinho se enfrentaban a cara de perro, en el campo, ante los medios y hasta físicamente en los banquillos como lo vimos una vez en el Camp Nou, cuando Mou le metió un dedo en el ojo a Tito Vilanova y éste le devolvió un cogotazo al luso.
Ahora el Tata y Ancelotti parecen más tranquilos, aunque ya hubo algún escarceo a propósito de la millonada que pagó el Madrid por Bale, pero las cosas no son como antes. La prueba de fuego entre las dos escuadras y los entrenadores la vamos a ver el sábado en ese encuentro que debería comenzar con el “Que viva España” de Manolo Escobar en recuerdo a este gran artista y generoso emigrante andaluz que se crió en territorio catalán. Pero eso, ya se sabe, es mucho pedir a los señorones de ese palco del Barça donde, dentro de poco, más de uno se va a llevar una sorpresa monumental.
En todo caso el espectáculo estará en el campo, con Casillas en el banquillo blanco y Valdés en la meta blaugrana que él desea abandonar al final de la temporada. Y con el argentino Messi y el brasileño Neymar en el ataque del Barça, frente al galés -si sale en el once inicial- Bale y el portugués Cristiano en la línea ofensiva del Madrid. Más genialidad -en ausencia de Alonso y de Ozil, por motivos diferentes- se ve en la media de Iniesta y Xavi, mientras en la zaga Ramos y Piqué son tal para cual.
En principio sale como favorito el Barcelona, que juega en su casa y que tiene el equipo mas rodado y compacto, mientras el Madrid está todavía reconstruyendo su once oficial y también su modelo de juego, hoy incierto y a fogonazos a la contra. Hay más magia en el conjunto azulgrana y puede que más potencia en el blanco de Madrid. Pero una vez mas el equipo de los mas pequeñitos es el favorito mientras que las torres de Cristiano o Bale salen como presuntos perdedores en un encuentro en el que todo está por ver hasta que suene el pitido final.