Argelia da marcha atrás… ¿seguro?
Los medios más comprensivos con el gobierno titulaban esta semana con sospechosa unanimidad que “Argelia da marcha atrás” en el contencioso con España. Trasladaban a sus clientes por indicación de sus otros clientes, que no pasa nada, que la irritación argelina por la política exterior española en el Sahara ha pasado página y está superado. Que los argelinos han escuchado a la Comisión Europea y han dado marcha atrás. Y pispas, resuelto el problema. Una fórmula simple e infantil para entender las relaciones internacionales.
La diplomacia española y sus sucesivos gobiernos desde el franquismo, incluida la etapa de Franco, han sido cuidadosos para mantener relaciones con Marruecos y con Argelia con las discrepancias pactadas y los conflictos evitados. Marruecos y Argelia son dos vecinos enfrentados con los que hay que evitar enfrentamientos por razones de seguridad y prudencia.
El cambio de posición, más bien la evidencia de ese cambio, respecto al Sahara lo protagonizó el presidente Sánchez, con el ministro Albares como ayudante y mensajero, con audacia y sin explicaciones no complicidades. Una persona que conoce el asunto en profundidad comentaba este fin de semana que el Gobierno “lo ha hecho bien, pero no sabe por qué”. Puede serla crítica más dura de las realizadas hasta ahora ya que presupone que los movimientos del gobierno en política exterior son cinéticos, pero no estratégicos.
Tanto marruecos como Argelia son países complejos, autocracias consolidadas poco previsibles. Es obvio que Marruecos ha elegido la esfera de influencia de los Estados unidos y que Washington no quiere dejar espacio a las otras grandes potencias, incluida Rusia, pero especialmente China, para que se asienten en las costas atlántico/mediterránea. Y que en el caso de Argel la potencia influyente es Rusia. En Argelia manda la inteligencia militar bien conectada con la rusa. Estas son realidades obvias que admiten matices y sesgos, pero que son ejes centrales que hay que tener en cuenta.
Concluir que Argelia no está molesta con España y no va a causar problemas entre ambos países es infantil, no es creíble. España tiene un problema en Argelia que supone costes y que requerirá reparaciones que precisan tiempo y buenos oficios. Vendrá menos gas y más caro durante meses o años; y las exportaciones españolas a Argelia van a sufrir retrasos y suspensiones. ¿Estaba todo calculado en la Moncloa? Me parece que es obvio que no.