Y si no son tan tontos los de la tarifa PVPC
Ignacio Galán, líder indiscutible de Iberdrola, no produce indiferencia, es directo, concluyente, seguro de sí mismo… tanto que a veces no se contiene. A su favor está un brillante desempeño empresarial durante su larga etapa de gestión en Iberdrola, tanto desde el punto de vista del crecimiento de la compañía como de su rentabilidad. En su contra juega su propio carácter impulsivo e intenso. En un debate público en el que sostuvo, con razón, que los clientes domésticos de tarifa libre no han sufrido encarecimiento real en sus facturas del 2022 respecto a años anteriores, se dejó ir con un comentario audaz: los clientes de la tarifa regulada (la llamada PVPC) son tontos. Es de primero de manual que a ningún cliente hay que llamarle tonto, incluso aunque su comportamiento lo aparente.
No le falta razón al presidente de Iberdrola cuando señala que someterse a la referencia de un mercado mayorista y muy volátil por parte de alguien que no puede estar atento al azar de un mercado muy complejo no es inteligente. Pero de eso a llamar tonto al que aceptó ese modelo hay mucho trecho.
Basta repasar los simuladores de precios de la electricidad para tratar de elegir la mejor tarifa para darse cuenta de que no es una tarea fácil, que lo que una mañana es favorable poco tiempo después no lo es tanto. La competencia es real e intensa, tanto que no está al alcance de un ciudadano normal que pretende seguridad y tranquilidad.
En las tribulaciones de los enigmáticos precios de la electricidad, que desde el pasado verano inciden desmesuradamente en el IOPC con efectos desastrosos de segunda ronda, se ha producido un fallo de la autoridad competente (más bien incompetente) que no ha sido capaz de explicar a los clientes domésticos el sistema de precios.
Desde que la volatilidad de precio del gas se convirtió en un hecho inevitable y peligroso la tarifa PVPC, vinculada a los precios horarios del mercado mayorista, incorporaba riesgos evidentes. Tendrían que haber cancelado esa tarifa o vincularla a otra referencia menos volátil, por ejemplo, la de los contratos a plazo u otra más estable. Otros países lo hacen así y han sufrido menos que nosotros. No se hizo y el ministerio optó por el control de precios, por topar el gas que está resultando mucho más complicado de lo que parecía a primera vista ya que tienen consecuencias no previstas y efectos de segunda ronda que no mejoran la situación.
La confrontación entre el gobierno y el sector, precisamente cuan do más deberían haberse ayudado, no ha mejorado las cosas. Todo lo contrario. Galán es vehemente, autosuficiente, pero también inteligente, por eso sorprende que no haya sido capaz de enfriar, de explicar, de sembrar confianza. Mira que pudiera ser que para el inmediato futuro la PVPC no sea tan mal opción, cosas más raras se han visto. De momento sigo en la libre, pero atento a cualquier oportunidad. Cambiarse es sencillo.