Horrible herencia, horrible gestión
Al ministro Guindos no se le puede negar intensidad, movilidad, de Madrid a Bruselas, a Londres, a Berlín, anoche en Barcelona, al rato en Madrid, y siempre con asuntos delicados entre manos, con demasiados micrófonos y, por tanto riesgo de alarmar, y con incendios manifiestos a los que tiene que volcar agua, que en ocasiones […]