La Delegación del Gobierno en Venecia ha confirmado este miércoles la identificación de dos españoles entre los 15 heridos en el accidente del autobús, que a última hora de la tarde del martes se precipitó al vacío desde una altura de 15 metros en Mestre. El balance oficial de una tragedia que ha conmocionado el país eleva a 21 los fallecidos, entre ellos un bebé, un niño y una adolescente.
Se desconoce por el momento el estado de los dos españoles, que son un hombre y una mujer. Son pareja y viajaban juntos. Ambos se encuentran entre los 15 pasajeros ingresados en los hospitales de la zona. Se sabe que cuatro de ellos (tres ucranianos y un alemán) se encuentran en la unidad de Reanimación del hospital de Mestre.
Una niña de tres años y una mujer de 50 también en estado muy grave se encuentran en el hospital de Padua, donde fueron ingresadas inconscientes y sin documentos. De hecho, se teme que todos se encuentren muy graves dada la caída y el incendio posterior del autobús.
Cinco de ellos permanecen en la unidad de cuidados intensivos en estado muy grave. Entre ellos, dos hermanos un niño y una chica de unos 15 años, ambos de nacionalidad austriaca, que luchan entre la vida y la muerte. Su madre ha fallecido en el accidente.
Además de los españoles y los dos menores, han identificado a cuatro ucranianos (dos mujeres, un hombre y un menor), un alemán, una francesa y un croata.
Los 40 pasajeros del autobús eran extranjeros. Sólo el conductor, fallecido en el accidente, era italiano. Los compañeros cuentan este miércoles que Alberto Rizzoto, de 40 años, tenía una larga experiencia al volante. Que era muy prudente.
Se especula con que se pudo sentir mal, pero aún se desconoce la causa que le hizo perder el control, chocar con el guardarrail y caer desde el paso elevado sobre otra carretera entre un almacén y las vías de Mestre, a unos 10 kilómetros del centro de Venecia.
Dos cajas negras
Algunos testigos han contado que el autobus iba a poca velocidad, pero daba pequeños bandazos y chocó con el guardarrail dos veces antes de precipitarse al vacío. Era eléctrico y prácticamente nuevo, tenía sólo un año.
Cruzaba la autopista en un tramo recto. Se trata de una de las carreteras con más tráfico porque conecta la tierra firme con el centro histórico de Venecia, el cordón umbilical de la laguna.
Los expertos analizan las imágenes de las cámaras de vigilancia del tramo en el que se ha producido el accidente en busca de una explicación sobre la causa de la tragedia. Se han recuperado también dos cajas negras del autobús.
Muchos de los pasajeros se alojaban en un camping, el Hu, en Marghera. Allí regresaban tras una jornada de turismo entre los canales venecianos cuando a las 20.00 horas se produjo el trágico accidente. Algunas fuentes señalan que además de estos turistas, había otros viajeros que cogían este autobús para desplazarse a Mestre por trabajo y después regresar a sus casas.
Entre los fallecidos, además del conductor italiano, han identificados ya a cinco ciudadanos ucranianos, un alemán, un croata y un francés. Los dos niños y la adolescente han fallecido en la ambulancia que les trasladaba al hospital. "Es una tragedia con víctimas jóvenes, muy jóvenes", han confirmado los bomberos que han participado en las labores de rescate.
Un paso elevado de 70 años
A las 5.00 horas de este miércoles los bomberos han terminado de retirar los restos de autobús, que después han continuado vigilando y enfriando porque temían que las baterías pudieran volver a incendiarse.
El Ayuntamiento de Venecia había comenzado este año los trabajos para el mantenimiento de la carretera en la que se ha producido el accidente "porque se trata de un paso elevado que tiene 70 años".
La primera ministra, Giorgia Meloni, expresó su "más sentido pésame, personal y de todo el gobierno, por el grave accidente ocurrido en Mestre. Pienso en las víctimas y en sus familiares y amigos. Estoy en estrecho contacto con el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro y con el ministro (del Interior) Matteo Piantedosi para seguir las noticias sobre esta tragedia".
El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, uno de los primeros en acudir al lugar de la tragedia ha decretado "luto, en memoria de las numerosas víctimas que se encontraban en el autobús caído". Y ha escrito: "Una escena apocalíptica, no hay palabras".
La Región de Veneto ha establecido un servicio de apoyo psicológico para los familiares de las víctimas, que están llegando este miércoles.