Rishi Dishy Sunak, lo rebautizaron en el Daily Mail. GQ y Vogue titularon alguno de sus reportajes sin el más mínimo pudor: "Me gusta Rishi". Elegante, dicen. Con clase, dicen. Atractivo, dicen. Nació el 12 de mayo de 1980 en Southampton. El mayor de una saga de hermanos cuyos padres, de origen indio, nacieron en África -ella, Usha Sunak, farmacéutica, en Tanzania; él, Yashvir Sunak, médico, en Kenya- y emigraron al sur de Inglaterra en la década de los 60.
Sunak ha recordado en más de una ocasión sus orígenes, comparándolos con los de Margaret Thatcher. Ella, hija de un tendero, tuvo el suficiente ímpetu para liderar el Partido Conservador y ser Primera Ministra del Reino Unido durante más de 11 años. Él, cuyo padre trabajó en el Sistema Nacional de salud y su madre regentó su propia botica, ha sido fruto del sacrificio de sus progenitores, que le permitieron educarse en el exclusivo Winchester College, estudiar Filosofía, Políticas y Economía en Oxford y, con una beca Fullbright, cursar un MBA en la Universidad de Standford. Los veranos volvía a casa y los dedicaba a trabajar en restaurantes indios de Southampton.
Un chico aplicado que tras graduarse en Oxford en 2001 ingresó en Goldman Sachs, donde se mantuvo hasta 2004. Fue entonces cuando estudió en Standford, Universidad donde conoció a su futura novia y luego esposa, Akshata Murthy, con quien se casaría en 2009 y con la que tiene dos hijas. Cierto que Sunak hizo mucho dinero antes de entrar en política. A su regreso a Reino Unido tras su etapa en Estados Unidos, Sunak trabajó para un par de fondos de inversión. Fue socio de uno de ellos, incluso. Amasó su pequeña fortuna.
Los negocios le sonreían, pero la inmensidad de su cuenta corriente proviene de su mujer. Akshata Murthy posee el 0.91% de las empresa Infosys, la empresa tecnológica que su padre, el multimillonario Narayana Murthy, fundara en 1981. Se calcula que la fortuna del matrimonio Sunak-Murthy alcanza los 730 millones de libras (834 millones de euros), según publicó el pasado 7 de abril The Guardian. Dinero que no le ha creado pocos problemas, ya que Sunak se vio envuelto esta pasada primavera en un escándalo puesto que su mujer se ha beneficiado fiscalmente de su condición de ciudadana India, no domiciliada fiscalmente en Reino Unido. Así, ha ahorrado 20 millones de libras (23,5 millones de euros) en impuesto en los últimos siete años.
Carrera política
La situación tuvo que ser subsanada, como el hecho de que Sunak mantuviera activa su green card -que le otorga la residencia en EEUU- hasta octubre de 2021, lo que ha llevado a no pocos a cuestionar su patriotismo.
Dishy Sunak empezó a trabajar en el Partido Conservador en 2010. En 2014 fue elegido ocupó candidato de los tories por Richmond y en las elecciones de 2015 fue elegido por los miembros de su circunscripción para ocupar un cargo en la Cámara de los Comunes, puesto para el que fue reelegido en los comicios 2017 y 2019. Un claro defensor del Brexit, Sunak fue elevado en enero de 2020 al puesto más relevante de la política británica tras el de primer ministro: Chancellor Exchequer. Es decir, el capo de toda la política económica del país. En 2020, Dishy Sunak fue elegido el más sexy de los políticos de Westminster.
Poco después la pandemia del Covid-19 cambiaba el paso del planeta. Todo el planeta fue confinado y el mundo se sumió en una profunda crisis. Sunak, entonces, emergió como una figura clave: lanzó un plan de 300.000 millones de libras en subsidios para apoyar a empresas y trabajadores y se convirtió, además, en la cara amable de un Gobierno liderado por un Johnson negacionista que terminó ingresado en estado grave en un hospital contagiado por el virus.
Es más, en las comparecencias ante los medios, Johnson titubeaba, resultaba poco creíble, y Sunak era todo seguridad, llegaron a glosar los medios británico.s
Cuando a comienzos de 2022 el partygate sacudió a Johnson, Sunak se vio afectado. Él también acudió a algunas de las fiestas celebradas en Downing Street mientras todo el país pasaba los momentos más duros del confinamiento. Sunak dimitió y, con ello, provocó la dimisión de Johnson.
Cuando Johnson anunció el 9 de julio su adiós y se lanzó la carrera sucesora en el Partido Conservador, Sunak dio un paso adelante. Durante todo el verano trató de alzarse con el liderazgo tory, pero sus correligionarios prefirieron a Liz Truss.
Durante la campaña por el control del partido, Sunak advirtió que los planes económicos de su rival eran un suicidio, que provocarían una grave crisis económica en el país y que él no iba a mentir para conseguir el poder. Sus palabras fueron proféticas: Liz Truss presentó el 23 de septiembre una suerte de presupuesto de emergencia e ipso facto la economía se hundió. Truss perdió el apoyo de los mismos que la habían aupado al poder y el jueves 20 de octubre recibió en Downing Street al llamado Comité 1922 -una suerte de guardián de las esencias del grupo conservador en Westminster- y poco después anunció su renuncia.
Estaba sola. Menos de 24 horas antes se había defendido en el Parlamento: "Soy una luchadora", clamó. Pero el cambio de su Chancellor Exchequer y la dimisión de su ministra del Interior dictaron su sentencia de muerte. Y el viaje a los infiernos de un más que herido Partido Conservador.
De inmediato Sunak se elevó como el mejor colocado para sustituirla. Cierto que Penny Mordaunt fue la primera en anunciar su candidatura, y que Boris Johnson suspendió sus vacaciones en República Dominicana para intentar desbancar a Sunak y volver a Downing Street. En definitiva, Johnson fue quien ganó las elecciones en 2019 con un mandato y un programa que convenció a los británicos.
Sunak es, desde este 24 de octubre de 2022, líder del Partido Conservador y Primer Ministro. Es el primer ministro de color, como remarcó The Guardian en su relato de una jornada histórica en la política británica. También el primero que profesa la religión hinduísta, que hace gala de ello y que denunció en su día las consecuencias que sus orígenes tuvieron. Denunció el racismo, el clasismo y determinadas actitudes incluso xenófobas. Rishi Sunak, guapo, rico y primer ministro, vive desde hoy en el 10 de Downing Street.