Reino Unido o el drama del poder

Efe.Rishi Sunak, primer ministro de Reino Unido, ante la puerta del 10 de Downing Street.Rishi Sunak, primer ministro de Reino Unido, ante la puerta del 10 de Downing Street.

Historias para entender 2022

Reino Unido o el drama del poder

La dimisión de Johnson, acorralado por el 'partygate', la llegada de Truss, que apenas duró 44 días en el cargo, y el ascenso al poder de Rishi Sunak

Boris Johnson presentó el 7 de julio su dimisión en diferido como primer ministro del Reino Unido. Nombró un nuevo gabinete tras la renuncia de más de 50 altos cargos y anunció que ocuparía el 10 de Downing Street hasta que hubiera un nuevo líder conservador que se hiciera cargo del poder.

Quedaban atrás meses de una crisis política que prendió en los medios y la opinión pública cuando, en diciembre de 2021, se supo que en el momento más duro del confinamiento, cuando todo el mundo vivía encerrado en sus casas y el coronavirus asolaba el mundo, Johnson participaba en fiestas en las dependencias y jardines de la residencia oficial.

Un escándalo salpicado de confesiones, fotos, mentiras y pruebas que resultaron concluyentes. Johnson pidió disculpas públicas, dijo que no tenía conocimiento de esas fiestas y que apenas estuvo 25 minutos en una de ellas. Acudió porque creía que era una reunión de trabajo. Uno de sus asesores más estrechos, Dominic Cummings, lo desdijo: él mismo le advirtió que aquello era una fiesta, que no debía acudir y que violaría las mismas normas que su Gobierno había impuesto a los ciudadanos del Reino Unido.

Scotland Yard abrió una investigación y presentó un informe contundente. Quedó claro que hubo “falta de liderazgo y juicio” en Downing Street.

Las fiestas se llevaron por delante a Johnson, que resistió a duras penas hasta que el propio Partido Conservador -algo que ya pasó en los años 90 del siglo XX con Margaret Thatcher- le mostró la puerta de salida.

Boris Johnson, en una imagen tras anunciar su dimisión

Boris Johnson, tras anunciar su dimisión el 7 de julio.

El 7 de julio, decíamos, Johnson dijo adiós: “Hasta la vista, baby”, fue la frase literal y en castellano, propia de un actor de la política, antes de traspasar por última vez la puerta negra del 10 de Downing Street.

Se inició entonces el proceso de elección del sustituto. Los tories celebraron primarias. Liz Truss, Rishi Sunak y Penny Mordaunt pelearon por el puesto: no sólo liderar el partido, sino gobernar el país y sustituir a Johnson, el muchacho que quería ser rey.

Liz Truss, la breve

Ganó Liz Truss. El 6 de septiembre se convirtió en primera ministra, acudió a rendir pleitesía a la reina Isabel II -por primera vez el acto protocolario se celebró en el castillo de Balmoral (Escocia) y no en Buckingham- e inició su mandato. Adiós a Johnson, el interino.

En su primer discurso dijo que asumía el reto con la idea de presentar un plan sólido enfocado en el crecimiento económico y sustentado en una rebaja considerable de impuestos. Su ‘solidez’ la llevó a votar en contra del Brexit en el referéndum de 2016 y a declarar, un año después, que de celebrarse una nueva consulta votaría a favor de que el Reino Unido abandonara la Unión Europea: “Creía que habría problemas económicos profundos, pero no se han producido. He visto las oportunidades”, dijo.

El 8 de septiembre, apenas dos días después de la llegada de Truss al poder, murió la Reina. El país entró en un periodo de luto, tristeza y desazón que no logró ocultar, sin embargo, una crisis que hacía tambalear los cimientos de una de las economías más fuertes del mundo. Los efectos del Brexit, dicen los expertos.

Las medidas de Truss sacudieron los mercados, la libra se desplomó y los mismos que habían elegido a su nueva lideresa, empezaron a darle la espalda. Otra vez el Partido Conservador mataba a su líder.

Ella resistió. El 19 de octubre, en una comparecencia en la Cámara de los Comunes, dijo solemnemente: “Soy una luchadora, no una desertora”. Apenas 24 horas después, el 20 de octubre, con la misma escenografía que rodeó a Boris Johnson el 7 de julio, anunció su adiós. “Dada la situación no puedo cumplir el mandato para el que fui electa por el Partido Conservador". La primera ministra más breve de la historia del país.

Horas antes, Truss había mantenido una reunión con Sir Graham Brady, presidente del denominado Comité 1922. El Comité 1922 reúne a todos los diputados conservadores, se reúne todas las semanas para coordinar las políticas del partido en la Cámara de los Comunes y representa la opinión de las bases de la formación. Así, su posición es clave para la supervivencia de cualquier primer ministro tory.

En ese encuentro se acordó sustituir a Truss en una semana. Es decir, de forma fulminante.

Liz Truss, el 6 de septiembre, recibida por Isabel II.

Liz Truss, el 6 de septiembre, recibida por Isabel II.

En apenas cuatro meses el Partido Conservador debía elegir a su segundo líder tras la renuncia de Johnson.

Parecía entonces que Rishi Sunak, el perdedor de las primarias que ganó Truss, no tendría rival, que dada la zozobra de los tories y del país, todo se resolvería por aclamación. Pero no fue así.

Una nueva batalla

A Sunak le salió una rival: Penny Mordaunt, líder del grupo tory en la Cámara de los Comunes anunció su candidatura. Y desde el Caribe, donde pasaba unas vacaciones alejado de la crisis institucional, Boris Johnson empezaba a moverse, a llamar a su círculo de confianza y a calcular si tenía los apoyos suficientes para, tras ser asesinado por los suyos, volver en loor de multitud.
La pelea fue dura. Soterrada pero dura. Los medios daban, uno a uno y con nombres y apellidos, los apoyos que recaban cada uno. La mayoría necesaria para hacerse con el poder estaba en más de 150 parlamentarios.

Se filtró que Mordaunt podría superar los 100. Y Johnson. Pero fue Sunak quien realmente convenció a los suyos. Johnson renunció a última hora al combate. Pero Mordaunt aguantó hasta el límite de tiempo marcado para presentar los avales. No lo hizo. No los consiguió.

Rishi Sunak, hijo de inmigrantes indios afincados en Southampton, se convirtió en el nuevo líder conservador y, el 25 de octubre, ante Carlos III, flamante nuevo rey de Inglaterra, asumió la responsabilidad de liderar al país como primer ministro.

Fue el tercer acto del drama político que ha vivido el Reino Unido en 2022.

Sobre el autor de esta publicación

Fernando Mas Paradiso

Historiador y Máster en Historia. Inició su carrera como periodista en el diario El Mundo (España) en 1989, donde ejerció como redactor, jefe de sección, redactor jefe, corresponsal en Londres y subdirector de www.elmundo.es en dos etapas. En 2014 modificó su rumbo profesional. En 2016 fundó El Independiente. Tras dos años en el proyecto se lanzó a la consultoría de medios. Nació en Montevideo (Uruguay) en 1966 y reside en España desde 1976.