El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha recibido este jueves en el Kremlin al líder de Chechenia, Ramzan Kadirov, desmintiendo así los rumores aireados por las autoridades ucranianas sobre un supuesto estado de coma de uno de los hombres de confianza del mandatario ruso.
Durante este encuentro, Kadirov ha manifestado que las tropas chechenas "muestran buenos resultados" en la "operación militar especial", eufemismo con el que Moscú se refiere a la invasión de Ucrania, iniciada hace ya más de 19 meses, a finales de febrero de 2022.
"Tu escuadrón muestra buenos resultados: todos los días hacen prisioneros, todos los días destruyen equipos. No le tenemos miedo a ningún tanque Abrams. Creo que les hicimos publicidad", ha señalado Kadirov en alusión a los carros de combate estadounidenses suministrados a Ucrania.
Así, el líder de la república de Chechenia ha trasladado al presidente Putin el apoyo total de la región a su liderazgo, así como su compromiso con las operaciones en marcha en Ucrania, según recoge un comunicado difundido por el Kremlin.
Por su parte, Putin ha agradecido a Kadirov su compromiso con la guerra en Ucrania y su constante atención a los combatientes chechenos y sus familias. Además ha ensalzado la valentía de los militares procedentes de esta región, que sabe que "no defraudarán".
Esta reunión entre Putin y Kadirov se da en un momento en que la prensa ucraniana ha difundido el rumor de que el líder checheno podría estar en coma debido a problemas de salud que arrastra desde hace tiempo. Las autoridades ucranianas han alimentado estos rumores.
La polémica en torno al hijo de Kadirov
La reunión también se ha celebrado en medio de la polémica creada en torno a la paliza que dio recientemente el hijo de Kadirov a un detenido por quemar el Corán.
El líder checheno dijo a Putin que "en la república no tenemos ningún problema especial", en un momento en el que le llueven las críticas en medios independientes y redes sociales por la paliza que dio su hijo Adam a un residente de la ciudad de Volgogrado identificado como Nikita Zhuravel, que está en detención preventiva en una prisión chechena acusado de haber quemado el Corán.
El propio Kadirov publicó el pasado día 25 en su canal de Telegram un vídeo en el que se puede ver la paliza.
El líder checheno consideró que su hijo de 15 años "hizo lo correcto" y sostuvo que "cualquiera que ultraje una sagrada escritura, incluido quemándola ostentosamente, ofendiendo así a decenas de millones de ciudadanos de nuestro gran país, debe sufrir un castigo severo".
"Sin exagerar, sí, estoy orgulloso de la acción de Adam. Siempre se distinguió por el deseo de crecer no entre sus compañeros, sino entre los mayores, gracias a lo cual formó ideales adultos de honor, dignidad y defensa de su religión. Respeto su elección", afirmó.
Ni la Administración presidencial, ni el Comité de Investigación de Rusia ni tampoco el Fiscal General o el Ministerio del Interior han tomado medidas. Ni siquiera se han pronunciado sobre la paliza. Únicamente la comisaria para los Derechos Humanos, Tatiana Moskalkova, dijo que durante una investigación en la que el detenido se encuentra en prisión preventiva "deben respetarse las reglas establecidas por la ley".