Padres, maestros, organizaciones de la comunidad LGTBQ+ y figuras políticas de Florida han reaccionado con rechazo e indignación esta semana a la extensión a la enseñanza secundaria de la polémica ley conocida como 'No digas gay'.
"Tratan de esconder una sociedad real", dijo a EFE María García, que tiene dos hijos cursando sexto grado una escuela pública del condado Miami-Dade, mientras que la organización Equality Florida definió la ley como un "esfuerzo intencional por borrar a las personas transgénero y no binarias del plan de estudios".
Para otros, se trata simplemente de un "truco político" del gobernador Ron DeSantis de cara a su previsible candidatura a la nominación republicana.
La ley, oficialmente llamada 'Derechos de los padres en la educación', castiga a los maestros que aborden en las aulas la identidad de género y la orientación sexual y está vigente desde 2022 entre el jardín de infancia y el tercer grado.
Tal como ya se había adelantado, el Departamento de Educación de Florida aprobó este miércoles ampliar la vigencia de la ley a todo K-12, es decir desde el inicio hasta el final de la secundaria.
Según la ley, los padres podrán presentar demandas judiciales contra el distrito escolar y recibir una indemnización por daños y perjuicios, si se incumple esta disposición.
"Expandirla más, a una etapa en la que los chicos y chicas están en pleno desarrollo de su identidad me parece un error", dijo a EFE María García.
Esta madre de Miami-Dade señaló que para los defensores de la ley "la única sociedad que existe es la heterosexual", pero la sociedad actual es mucho más abierta y mucho más desarrollada".
"No se pueden negar las realidades y una prueba es que los profesores en la clase de Historia le ponen las noticias a los niños para hablar de actualidad", enfatizó García.
Ileana Peña, profesora de Biología en una escuela pública de enseñanza media, del mismo condado, dice a EFE defendió, en lugar de esta ley, la promoción de "la tolerancia a todos los niveles".
En un video divulgado, Karla Hernández, de United Teachers of Dade, un sindicato de maestros de Miami, expuso que "esta legislación limita la libertad de expresión" y podría afectar el plan de estudios en Literatura, Historia y otras materias.
"Una ley que silencia a los educadores"
Para Equality Florida, se trata de una ley que "silencia a los educadores al prohibir cualquier instrucción sobre orientación sexual o identidad de género".
Esta norma va a revocar "la capacidad de los distritos escolares locales para elaborar una educación sexual integral, entregando el control del plan de estudios al Departamento de Educación del Estado y politizando aún más nuestras aulas".
Además, Equality Florida califica esta medida de "impopular" en base a una encuesta realizada por el Laboratorio de Investigación de Opinión Pública (PORL), de la Universidad del Norte de Florida que muestra que el 49 % de los floridanos se opone a la legislación 'No digas gay' y un 40 % la apoya.
"No hay nada de malo en hablar sobre las personas, la historia y la cultura LGBTQ+ en nuestras aulas. No hay nada de malo en que los niños reciban cuidados de afirmación de género que salvan vidas", dijo en el mismo comunicado Kelley Robinson, presidenta de la Campaña de Derechos Humanos, la organización de derechos civiles de esa comunidad más grande de Estados Unidos.
"Nuestra comunidad no representa ninguna amenaza. La verdadera amenaza para los floridanos es el gobernador Ron DeSantis y los legisladores extremistas que son algunos de los políticos más anti-LGBTQ+ de Estados Unidos", añadió Robinson.
Randi Weingarten, presidenta de la Federación Estadounidense de Maestros, señaló por su parte que la expansión la ley es "un ataque dirigido a los estudiantes más vulnerables del estado, que ya están experimentando tasas más altas de acoso y autolesiones".
"Vergüenza para la Junta de Educación de Florida por cumplir las órdenes de un gobernador y sus ambiciones políticas en lugar de proteger a los niños del estado", agregó Weingarten, líder de un sindicato nacional con 1,7 millones de profesionales afiliados.
Biden, en contra
El presidente, Joe Biden, condenó en su día esta ley como algo odioso para la comunidad LGBTQ+. Igualmente, Disney, que tiene sus parques temáticos en Orlando y uno de los mayores empleadores y donantes políticos del estado, se opuso a la medida.
El gigante del entretenimiento se opuso públicamente a la legislación el año pasado y, como castigo, DeSantis presionó a los legisladores para que le dieran el control de un distrito autónomo que Disney supervisa en las propiedades de sus parques temáticos.
La presidenta del Partido Demócrata de Florida, Nikki Fried, señaló que "en lugar de trabajar para mejorar nuestras escuelas públicas y garantizar que todos los estudiantes tengan educadores de tiempo completo, DeSantis está ejecutando otro truco político".
La administración de DeSantis presentó la propuesta de ampliación de la ley el mes pasado como parte de la agenda conservadora que quiere implantar en Florida antes de que anuncie que competirá por ser el candidato republicano para las elecciones presidenciales de 2024, reseñan hoy medios floridanos.
La propuesta entrará en vigencia después de un período de notificación de procedimiento que dura aproximadamente un mes, señaló el Departamento de Educación.
La nueva ley del aborto
La polémica ley 'No digas gay' se suma a otra norma federal aprobada recientemente en Florida. Se trata de la ley que prohíbe el aborto en su estado a partir de la sexta semana de embarazo, calificando de delito de tercer grado a la ayuda que cualquier profesional médico pueda dar para saltarse esta prohibición.
La norma -que ha llamado 'Ley de Protección del Latido'- ha pasado ya por el Congreso de Florida, de amplia mayoría republicana, y su entrada en vigor aún depende de que el Tribunal Supremo dictamine sobre una prohibición anterior del gobernador republicano, que el año pasado limitó el aborto a antes de la semana 15 de embarazo.
Con esta nueva ley, sólo se permitirá el aborto a partir de la semana 15 a víctimas de violaciones, incesto o trata, siempre que puedan mostrar una orden de alejamiento, un informe policial u otras pruebas.
Tanto la oposición, que ha argumentado que antes de la sexta semana de embarazo es muy difícil ser consciente de él, como la Casa Blanca, que antes de que DeSantis firmase la norma y después de conocer la decisión de la Cámara de Florida la calificó de "extremadamente peligrosa".
También la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, se ha pronunciado al conocer la primera decisión de los republicanos de Florida: "Seamos claros: esta ley negaría a las mujeres de Florida el acceso a servicios básicos de salud. Estos supuestos líderes no pueden reclamar que abogan por la libertad mientras que quitan a las mujeres la capacidad de tomar decisiones sobre sus propios cuerpos".
Antes de alcanzar la mayoría republicana en su Congreso, Florida era considerado un destino para muchas mujeres de estados vecinos con prohibiciones aún más estrictas, según informa la CNN, por su comparativamente avanzada legislación en la materia.
Florida es uno de los estados republicanos líderes en el creciente impulso conservador por derogar el derecho al aborto en el país, que se inició cuando el Tribunal Supremo revocó en junio de 2022 el precedente legal que permitía la interrupción del embarazo desde 1973.