El peronismo ha sido en América Latina el ‘populismo’ por excelencia. El modelo de muchos regímenes progresistas que llegaron al poder para la defensa de los ‘desamparados. O los ‘descamisados’ y que en muchos casos fueron regímenes que acabaron en el autoritarismo y la corrupción.
Pero esta vez el peronismo ha sido batido claramente por el populismo liberal y radical, de Javier Milei que ganó las elecciones presidenciales argentinas con el 56 % de los votos frente al 44 % de Sergio Massa. El exministro de la ruinosa economía de Argentina que Massa llevó a una inflación de hasta el ¡el 140 %!
Y todavía, y con ese récord catastrófico pretendía Massa ganar estas elecciones y gobernar el país, en el nombre de Evita Perón, o de su falsa imitadora Cristina Kirchner, acusada de corrupción.
Y a punto estuvo Massa de conseguirlo porque en la primera vuelta de estos comicios presidenciales el peronista quedó en primer lugar frente al ultra liberal Milei que ocupó el segundo puesto, por delante de la conservadora Patricia Bullrich, la candidata conservadora del partido del ex presidente Mauricio Macri, el que finalmente apoyó a Javier Milei.
Al nuevo presidente argentino Javier Milei. Un economista ultra liberal, ‘liberal libertario’ se auto proclama bajo la pancarta de ‘La libertad avanza’. Un politico famoso que fue polemista y tertuliano de la televisión, además de futbolero y cantante de Rock And Roll.
El que ha exhibido en la campaña electoral una motosierra (veremos lo que tarda Isabel Ayuso en comprarse una) como símbolo y garantía de que cortará con el peronismo para siempre.
Un Milei que criticó con dureza al Papa Francisco por entrometerse en la política argentina del lado de los peronistas. Como en España el Papa Francisco se puso del lado de los separatistas catalanes y del peronismo a la española que en cierta manera representan Sánchez y sus aliados.
Un Sánchez que perdió en España las elecciones del 23 de julio pasado y que, en los pasados días envió a Buenos Aires un vídeo con una declaración suya de apoyo a Massa, al que ‘gafó’.
Y un Sánchez que en España acaba de lograr su investidura como presidente del Gobierno con el apoyo de partidos separatistas catalanes y vascos, como Bildu, PNV, ERC y JxC, que son claramente anti españoles, y a los que se añade desde la izquierda comunista el populismo de Sumar.
Milei y Argentina son otra cosa porque la economía española todavía funciona razonablemente bien (bajo la protección y el control de la UE), mientras que en Argentina es la completa ruina del Estado por causa de la inflación gigantesca y de una deuda del Estado sin parangón.
Milei anunció anoche una revolución económica y drásticas medidas, a la vez que advertía a los peronistas y sindicalistas que no toleraría revueltas en las calles: ‘dentro de la ley todo, fuera de la ley nada’, dijo anoche el nuevo presidente de Argentina.
País que inicia una etapa nueva e incierta después de 16 años de peronismo ‘kircherista’, de la presidenta Cristina, marcado por la inflación y la corrupción. Y con el paréntesis de cuatro años del conservador Mauricio Macri que ahora ofreció su apoyo a Milei.
Al que en Argentina muchos le llaman como crítica o elogio ‘el loco’. Y puede que ‘loco’ de la política sí que lo sea Milei pero desde luego tonto de la política no lo es. Lo acaba de demostrar con esta su gran victoria electoral y presidencial. Que ya veremos hacia dónde lleva el país aunque será difícil que lo pueda empeorar.