Antes de que termine este mes, la gestación subrogada será un "delito universal" en Italia. Por ley. El Gobierno de extrema derecha de Giorgia Meloni prohíbe a los italianos recurrir a un vientre de alquiler para convertirse en padres también en el extranjero. Y en esta ocasión sin distinción entre homosexuales y heterosexuales. La primera ministra, contra la estrategia de Ana Obregón para ser madre/abuela.
La Comisión de Justicia del Congreso ha aprobado la modificación de la ley que ya prohibía lo que se denomina "la gestación para otros" en el territorio nacional y ahora castigará también a aquellos que decidan viajar a otro país donde es legal. Como ha hecho en EEUU Ana Obregón, vaya. Y aunque la polémica por la decisión de la española coincide con el impulso a la medida ideológica de Meloni y sus socios de Gobierno, no es la causa.
El cambio en la ley italiana añade apenas dos líneas al texto legislativo. Suficientes para garantizar que por mucho que los tribunales del lugar del nacimiento reconozcan a los padres italianos como tales, de regreso a casa no sólo no podrán registrar a los hijos nacidos del útero de otra mujer, sino que se enfrentarán en el mejor de los casos a una cuantiosa multa. En el peor, a penas de cárcel.
"La criminalización de todas las conductas cometidas en el extranjero desalentará el recurso a esta práctica frenando el turismo de procreación y el mercado que se ha creado en torno e éste", ha celebrado Carolina Varchi, la representante de Fratelli d'Italia y relatora de la modificación de la ley en la Comisión de Justicia.
También Andrea Delmastro Delle Vedove, el subsercretario del Ministerio de Justicia, del mismo partido de Giorgia Meloni, ha dejado clara la determinación del Gobierno italiano en esta dirección: "El texto sobre la maternidad subrogada pone a Italia a la vanguardia en la lucha contra una práctica inhumana che convierte en mercancía el cuerpo de las mujeres y reduce a los niños a objetos".
Hasta dos años de cárcel
La ley 40, que se está modificando, castiga desde 2004 a "cualquiera que en cualquier forma realiza, organiza o publicita la comercialización de gametos o de embriones o la subrogación de la maternidad" con penas de cárcel que pueden ir de tres meses a dos años y con multas de 600.000 a un millón de euros.
La novedad que se acaba de aprobar y extiende la capacidad de condenar a quienes se desplacen a otro país para evitar la prohibición se aplicará solo a los italianos (una especificación añadida en este último trámite). En la práctica, a todos, heterosexuales y homosexuales, pero en el caso de las parejas del mismo sexo supone estrechar aún más las posibilidades de convertirse en padres y madres. Para ellos será casi imposible hacerlo legalmente.
Por mucho que Italia busque desesperadamente fórmulas para incentivar la natalidad, con índices que la colocan en los últimos puestos de Europa, la política restrictiva de la derecha italiana en materia de fertilidad es evidente y declarada. Clave: la familia es heterosexual. Madre, padre e hijos. Preferiblemente biológicos. Sino adoptados. Incluso la fecundación in vitro es mucho más limitada que en otros países europeos como España.
Más: la fecundación in vitro está autorizada sólo para parejas heterosexuales. Madres solteras, no. Homosexuales, aún menos. Y con la adopción, igual. Esa es la razón por la que muchos italianos recurren a tratamientos de reproducción asistida en otros países.
Cada año 250 familias recurren a un vientre de alquiler
Y por el mismo motivo, aquellos que no logran/pueden quedarse embarazados vuelan a lugares donde el vientre de alquiler está permitido y regulado. Es la única posibilidad de convertirse en padres para las parejas formadas por dos hombres, aunque los datos oficiales hablan de que el 90% de esas parejas son heterosexuales. No hay cifras porque la mayoría lo oculta en un país de moral muy influenciada por la cercanía al Vaticano.

Giorgia Meloni y el Papa Francisco durante 'Los estados generales de la natalidad'.
Hace menos de un mes, el Papa y Giorgia Meloni dejaron clara su cercanía ideológica en este tema durante la participación de ambos en una asamblea nacional bautizada como "Los estados generales de la natalidad". "Nacemos de una mujer y de un hombre. El útero no se alquila. La natalidad no está en venta", proclamó la primera ministra italiana sentada al lado de Francisco.
Los cálculos más rigurosos revelan que 250 familias italianas viajan cada año al extranjero en busca de un vientre de alquiler. La maternidad subrogada está autorizada, con diferentes condiciones, en Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Grecia, Reino Unido, Ucrania, Bielorrusia, Georgia, Armenia, Kazajistán, Rusia, Estados Unidos, Canadá y Australia. La mayoría de las parejas italianas vuela a Ucrania, Grecia, Canadá y Estados Unidos. Y sólo los dos últimos países aceptan aspirantes a progenitores homosexuales. De hecho son los destinos elegidos por las parejas gays italianas.
El tema provocó tensión política hace solo unos días, durante la celebración del G7 en Japón, entre Meloni y su homologo canadiense, Justin Trudeau. Las fotos del encuentro muestran cómo cambió el gesto de la primera ministra italiana, visiblemente disgustada después de que éste le manifestara "su preocupación por la posición de Italia respecto a algunos derechos LGTB+".
El presidente canadiense se refería también a otra de las últimas iniciativas del Gobierno italiano para impedir el reconocimiento de la paternidad y la maternidad de las parejas homosexuales. El Ministerio del Interior ha prohibido a los ayuntamientos que continúen registrando a los niños nacidos en el extranjero y con progenitores del mismo sexo. Les ha ordenado también anular los certificados tramitados en el pasado.
"Limitar derechos"
"La prioridad de la derecha es limitar derechos", ha denunciado el responsable de esta area en el Partido Democratico, Alessandro Zan. "Ahora, la urgencia es atacar a las familias arco-iris [las familias LGTB+] y a sus hijos. La carrera frenética en la Comisión de Justicia por una ley irracional lo demuestra. Nosotros seguiremos oponiéndonos".
Los disputados del PD han votado en contra de la conversión de la maternidad subrogada en delito universal. Y junto al partido de centro izquierda todos los demás que no forman parte del Gobierno de coalición que integran Fratelli d'Italia, la Lega y Forza Italia.
"Lo que quieren aprobar produce una situación absurda", ha protestado el secretario general de Europa*, Riccardo Magi. "El Estado italiano no castiga a un médico canadiense que ha participado en una gestación para otros y viene a Italia, pero incriminará a un médico italiano que trabaja en Canadá, donde está autorizada. O a una joven gestante italiana que se ofreciera para tener hijos en un país donde está legalmente consentido. Así se castigaría a quien la derecha considera la víctima de este proceso".
La mayoría alcanzada en las últimas elecciones no les obliga a tener en cuenta tales consideraciones. Ni a negociar nada. No necesitan apoyos. Tienen los votos suficientes para sacar adelante todas sus iniciativas y no parece que estén dispuestos a modificar un discurso radical en materia de natalidad y derechos del colectivo LGTB+.
El próximo 19 de junio volverán a demostrarlo. El Parlamento ya tiene en agenda para ese día la aprobación de la modificación de la Ley 40 que regula la reproducción asistida y prohíbe los vientres de alquiler.