El G7 convoca una reunión urgente sobre Ómicron mientras la OMS pide que sigan abiertas las fronteras
Von der Leyen pide "prepararse para lo peor" con la variante
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su malestar contra de las drásticas restricciones de viaje aplicadas al sur de África y ha pedido que las decisiones se guíen por la ciencia y que se dé apoyo a los países africanos. Poco después del comunicado de la OMS en el que pedía mantener abiertas las fronteras, el Gobierno del Reino Unido convocaba para este lunes una reunión urgente de ministros de Sanidad del Grupo de los Siete (G7, economías más desarrolladas), para abordar la crisis y la incertidumbre mundial provocada por la variante Ómicron del coronavirus.
"Bajo la presidencia británica se ha convocado una reunión urgente de ministros de Sanidad del G7 el lunes 29 de noviembre para tratar la evolución de la Ómicron", señala en un breve comunicado la cartera de Sanidad y Atención Social, liderado por Sajid Javid.
El Grupo de los Siete, que posiblemente se reúna de forma virtual, está formado por el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón, además de la Unión Europea como invitada.
La variante Ómicron, que ha llevado a muchos países a suspender los vuelos con África austral -donde se identificó inicialmente-, preocupa a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la treintena de mutaciones que presenta y su aparente mayor transmisibilidad y riesgo de reinfección. Sin embargo, la OMS ha respaldado a los países africanos y ha pedido mantener abiertas las fronteras.
La OMS con África
"Las restricciones de viaje pueden jugar un papel en reducir levemente la expansión del COVID-19, pero imponen una pesada carga en las vidas y en los medios de vida", recordó la oficina de la OMS para África en un comunicado.
"Si se implementan restricciones, no deberían ser innecesariamente invasivas o intrusivas y deberían estar basadas en la ciencia, de acuerdo a las Regulaciones Internacionales de Salud (2005) que son de obligado cumplimiento", agrega el texto.
La directora de la oficina de la OMS para África, Matshidiso Moeti, alabó la "rapidez y la transparencia de los Gobiernos de Sudáfrica y de Botsuana" a la hora de "informar al mundo" de esta nueva variante.
"La OMS está con los países africanos que han tenido el coraje de compartir con valentía información de salud pública que salva vidas, ayudando a proteger al mundo contra la expansión del COVID-19", añadió Moeti, según el comunicado.
Asimismo, urgió a los países a "respetar sus obligaciones legales y a implementar de salud pública de base científica" porque es "crucial" que los países que comparten datos reciban apoyo.
"Con la variante Ómicron ya detectada en varias regiones del mundo, poner restricciones de viaje enfocadas en África ataca la solidaridad global. COVID-19 explota constantemente nuestras dimisiones", recalcó Moeti.
La alerta de Von der Leyen
A última hora del domingo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pedía "prepararse para lo peor" por la aparición de la variante Ómicron del coronavirus detectada en Sudáfrica y varios países europeos. "Nos tomamos muy en serio esta variante Ómicron y sabemos que estamos en una carrera contra el tiempo", ha afirmado Von der Leyen durante su visita a Letonia.
Von der Leyen ha subrayado que no se sabe todo de la nueva variante y que los científicos y farmacéuticas necesitan entre dos y tres semanas para conseguir una perspectiva completa de la fuerza de la ómicron.
"En general, lo mejor es tener esperanza, pero prepararse para lo peor", ha remachado la jefa del ejecutivo comunitario. Ahora la principal prioridad es garantizar el distanciamiento social, reducir los contactos y vacunarse y revacunarse lo más posible. Tenemos que conseguir tiempo", ha afirmado en rueda de prensa desde Riga.
Según Von der Leyen, la UE está "en el lado seguro" por su alta tasa de vacunación y ha recordado el contrato firmado con BioNTech/Pfizer para la compra de 1.800 millones de vacunas, que incluye una cláusula que contempla que se adapten las vacunas a nuevas mutaciones en un plazo de 100 días.
El inicio de la crisis de Ómicron
El descubrimiento de esta nueva variante del coronavirus, identificada como B.1.1.529 y bautizada con la letra griega Ómicron por la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue anunciado el jueves pasado por científicos y autoridades sanitarias de Sudáfrica, a partir de muestras tomadas entre el 14 y 16 de noviembre.
Paralelamente se habían identificado ya los 4 contagios iniciales de Botsuana y uno en Hong Kong (China), de un viajero procedente de Sudáfrica.
Desde el viernes, otros países confirmaron también casos de la variante Ómicron como Israel, Bélgica (un caso de una viajera procedente de Egipto sin aparentes vínculos con el sur de África), Australia, Países Bajos, Reino Unido y otros lugares.
La nueva variante -de la que, no obstante, aún hay muy pocos casos confirmados en total- se caracteriza por presentar un número inusualmente alto de mutaciones, cuyo impacto aún debe ser estudiado.
La OMS, al categorizarla este viernes como variante de riesgo, reconoció, no obstante, que algunas de estas nuevas mutaciones parecen sugerir una aún mayor capacidad de transmisión que las variantes anteriores.
Pese a la escasa información disponible (por la temprana detección), numerosos países, incluido el Reino Unido, Estados Unidos y las naciones de la Unión Europea, anunciaron rápidamente drásticas restricciones de viaje para los países del sur de África, medidas que generaron un fuerte malestar en el continente africano.