Bajo el pretexto de deshacerse de armas de destrucción masiva y de liberar a los iraquíes del yugo de Sadam Husein, la coalición internacional liderada por Estados Unidos, en la que estuvo España, invadió Irak en 2003. Pero 20 años después, el país está aún en proceso de reconstrucción, con un sistema político inestable y sobrevive gracias a una peligrosa dependencia casi exclusiva del petróleo.
El 20 de marzo de 2003 una coalición de 40 países, liderada por Estados Unidos, invadía Irak. En diciembre de 2011 el último soldado estadounidense abandonaba ese país, aunque la retirada de la misión de combate ya se había producido en agosto de 2010. Durante los siete años que duró el conflicto perdieron la vida más de 100.000 iraquíes, según la ONG Iraq Body Count, así como más de 4.700 soldados estadounidenses, además de otras bajas en la coalición internacional.
En el famoso discurso “Mission Accomplished” (misión cumplida) desde el portaaviones USS Abraham Lincoln, el 1 de mayo de 2003, el presidente estadounidense George W. Bush celebró que “Irak es libre” y afirmó que el papel de las tropas de la coalición pasaba a ser el de “asegurar y reconstruir el país”.
Pero Irak aún sufre las consecuencias de la invasión que, sumada a la rampante corrupción de la clase gobernante instaurada durante la ocupación, ha estancado en un espiral de crisis a uno de los países más ricos en petróleo del planeta.
“Si echas la vista atrás, era necesario deshacerse de Sadam, pero no mediante una invasión. Se avecinaban algunos cambios de base, cambios sociales dentro de Irak. Hubiera sido buena idea limitar la invasión simplemente a acabar con Sadam y con su círculo, y no destruir todo el país y sus instituciones”, dice a EFE Sarkawt Shams, hasta 2021 diputado en el Parlamento iraquí al frente de una formación kurda.
Los años de la ocupación dejaron entre 100.000 y 500.000 de muertos, según diferentes estimaciones, además de miles de millones de dólares perdidos y un Estado que, a día de hoy, sigue sin poder suministrar electricidad de forma continua a sus ciudadanos.
Para el también ex diputado de la formación suní Bayarek al Jayr, Mohamed Othman al Khalidi, “el deterioro de los servicios y de la infraestructura, la alta pobreza, el desempleo, el desplazamiento forzado y la sensación de inestabilidad” son “el elevado precio” que se pagó por liberarse de Sadam Husein.
Y es que los sucesivos conflictos, como la guerra sectaria que entre 2006 y 2008 ensangrentó el país, o la devastación provocada por el grupo terrorista Estado Islámico entre 2014 y 2017 han dejado al país muy mal parado y han minado los esfuerzos realizados para garantizar la estabilidad y el desarrollo de Irak.

George W. Bush, en el USS Abraham Lincoln, en 2003.
¿Son libres los iraquíes?
Tras la caída del dictador, Estados Unidos asumió el mando político de Irak e instauró, bajo una suerte de "virreinato" de Paul Bremer, a una serie de líderes opositores al antiguo régimen que se encontraban en el exilio, a los que se les encomendó construir un país de cero.
“El legado (de la invasión) es traer a políticos exiliados incompetentes para gobernar y dejar el país en manos de señores de la guerra, mientras que Estados Unidos no garantizó la supervivencia de la sociedad civil”, asegura Shams.
De acuerdo con Al Khalidi, la caída de Sadam y la falta de planificación del proceso de transición supuso también la proliferación de grupos armados, como es el caso de Al Qaeda, y de milicias leales a clérigos chiíes y a líderes políticos que “impusieron su dominio” en Irak, algo que a día de hoy sigue ocurriendo, lamenta.
La Constitución iraquí aprobada en 2005, sin embargo, garantizó unos derechos impensables durante Sadam para todas las comunidades religiosas y etnias que componen Irak, que fueron oprimidas durante una dictadura que no toleraba ningún tipo de disidencia o crítica.
Para Salem al Anbaki, parlamentario de actual coalición mayoritaria en el Legislativo de Irak, Al Fatah, la caída de Sadam sí dotó a los iraquíes de una libertad de expresión sin precedentes, al mismo tiempo que de un sistema democrático, pero con "fallas".
Ya lo advirtió Bush desde el USS Abraham Lincoln, al reconocer que “la transición de la dictadura a la democracia llevará tiempo”.
“La pregunta más importante es: ¿Hemos llegado a un proceso político democrático integrado? La respuesta es no”, asegura Al Anbaki, que pone de relieve los altos niveles de corrupción existentes en el país.
La mala gestión y la destrucción de las instituciones que aún están en vías de recomposición han generado una gran lacra en la que fue la cuna de la civilización universal: la corrupción.
Según Transparencia Internacional, Irak ocupa el puesto 157 de los 180 países en el índice de corrupción, lo que afecta severamente a su reconstrucción y desarrollo.
Los iraquíes no entienden cómo el segundo mayor productor de la OPEP, que genera unos 8.000 millones de dólares al mes en exportación de petróleo, es incapaz de proveer servicios básicos a la población.
Más del 90 % de los ingresos del Estado dependen del crudo, y sirven principalmente para pagar el salario de los trabajadores del sector público, que emplea a más del 60 % de la población.
“No creo que sea justo decir que Irak es un Estado fallido, pero definitivamente es frágil. Seguramente tardará un par de décadas más en ser un actor estable y fuerte en la región”, sentencia Shams.

Tony Blair, George Bush y José María Aznar en Las Azores.
Cronología de un conflicto de años y miles de muertos
- Se fragua el conflicto
- 29 enero 2002- El presidente de EEUU, George W. Bush, incluye a Irak dentro del llamado "Eje del mal" durante su discurso sobre el Estado de la Nación.
- Noviembre 2002.- Los inspectores regresan a Irak en busca de armas de destrucción masiva mientras la ONU advierte de “graves consecuencias” si Bagdad renuncia a esta "última oportunidad".
- 27 enero 2003.- Los inspectores concluyen que no hay pruebas definitivas contra Irak.
- 16 marzo 2003.- Cumbre de las Azores: George W. Bush, el primer ministro británico, Tony Blair; y el presidente del Gobierno español, José María Aznar; lanzan el ultimátum definitivo a Sadam Huseim, previo al ataque.
- Comienza la guerra
- 20 marzo 2003.- Una coalición de 40 países, liderada por EEUU, invade Irak.
- 9 abril 2003.- Las tropas llegan al corazón de Bagdad y derriban una estatua de Sadam Husein en la plaza Fardus.
- 1 mayo 2003.- En un discurso sobre la cubierta del portaaviones "Abraham Lincoln", el presidente George Bush anuncia el final de "las principales operaciones militares" en Irak.
- 22 mayo 2003.- La ONU entrega el mandato a las fuerzas ocupantes.
- 13 julio 2003.- Constituido el Consejo de Gobierno iraquí, primera muestra de poder democrático en Irak mientras se extiende la violencia por el país.
- Captura de Sadan Husein
- 13 diciembre 2003.- Sadam es capturado al sur de Tikrit.
- 2 marzo 2004.- Al menos 181 muertos en Kerbala y en Bagdad, coincidiendo con el día de la Ashura chií.
- Abril 2004.- La resistencia opta por el secuestro de civiles extranjeros como política intimidatoria.
-La cadena de televisión estadounidense CBS difunde imágenes sobre presunto maltrato a presos iraquíes en la prisión de Abu Gharib. - Junio 2004.- La Autoridad Provisional de la Coalición traspasa el poder al nuevo gobierno iraquí, con el chií Iyad Alawi como primer ministro.
- Noviembre 2004.- Asalto a Faluya, concluido tres semanas después, con más de 1.600 rebeldes muertos.
- 31 marzo 2005.- La comisión presidencial concluye que los servicios de inteligencia de EEUU equivocaron sus estimaciones sobre la presencia de armas de destrucción masiva en Irak.
- 15 octubre 2005 .- El 78 % de los iraquíes aprueban la nueva Constitución iraquí, cuestionada por la comunidad suní.
- Se extiende la violencia sectaria
- Febrero 2006.- La destrucción de la cúpula de un santuario chií en Samarra provoca una ola de violencia sectaria en el país.
- 22 Abril 2006.- Cuatro meses después de las elecciones, el recién reelegido presidente Yalal Talabani encarga al chií Nuri al-Maliki la formación del nuevo Gobierno.
- 30 diciembre 2006 .- Sadam Husein muere ahorcado en Bagdad, condenado por crímenes contra la humanidad.
- Enero 2007.- El presidente George Bush anuncia el envío de 21.500 soldados adicionales a Irak, para frenar la ola de violencia en el país: más de 34.000 civiles muertos en 2006, según la ONU.
- 14 agosto 2007.- Al menos 250 muertos en atentado registrado en la provincia de Nínive, el más sangriento desde la caída de Sadam.
- Retirada de tropas
- 3 septiembre 2007.- El Reino Unido repliega sus tropas de Basora.
- 30 junio 2009.- Las tropas estadounidenses se retiran de las ciudades iraquíes, en virtud del acuerdo firmado con el Parlamento iraquí en diciembre anterior.
- 27 febrero 2009.- El nuevo presidente de EEUU, Barack Obama, anuncia la salida del grueso de las tropas para agosto de 2010.
- 18 agosto 2010.- Dos semanas antes de lo previsto, la última brigada de combate estadounidense abandona Irak. Comienza la operación "Nuevo Amanecer", centrada en labores de apoyo y asesoramiento.
- Diciembre 2011.- El último soldado estadounidense abandona Irak.