La tensión en las calles y en la política no se ha logrado reducir después de la jornada del lunes en la Asamblea Nacional. Las protestas y disturbios que tuvieron lugar el lunes en Francia, coincidiendo con las votaciones de dos mociones de censura contra el Gobierno en la Asamblea Nacional, concluyeron con casi 300 detenciones, 234 de ellas sólo en París, donde se registraron algunos de los peores altercados.
Los servicios de emergencia realizaron también unas 240 intervenciones para apagar fuegos, en su mayoría de papeleras, según fuentes citadas por Franceinfo. Además, once miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos por enfrentamientos con manifestantes, indica la cadena BFMTV.
En la capital, varios cientos de personas se concentraron en una plaza próxima a los Inválidos y a la Asamblea Nacional mientras se debatían las mociones de censura y, al ser desalojadas por las fuerzas del orden, se dispersaron por calles y barrios adyacentes.
Algunos grupos provocaron incidentes, por ejemplo en el barrio de la Ópera, con la quema de algunas de las montañas de residuos que se han formado por la huelga de la recogida de basuras en la mitad de los distritos de la ciudad desde hace más de dos semanas.
El Ejecutivo, que trata de controlar las diferentes formas de protesta, anunció este martes que ha decidido obligar a la vuelta al trabajo de los trabajadores en paro en uno de los grandes depósitos de carburante del puerto de Fos-sur-Mer, en el departamento de Marsella (sureste) donde decenas de gasolineras se han quedado sin combustible.
Tensión política en Francia
Las protestas fueron el colofón de una jornada dominada por la tensión política, después de que el Gobierno forzase la aprobación de la polémica reforma de las pensionas a costa de ser sometido a dos mociones de censura, una de las cuales se saldó con apenas nueve votos de diferencia entre los partidarios y detractores del Ejecutivo.
La clave de dicha votación estuvo en la división de voto en el seno de Los Republicanos, el principal partido de la derecha tradicional. Pese a la cúpula de esta formación abogó por no respaldar las mociones, 19 diputados se salieron de la línea oficial para posicionarse con el resto de la oposición.
Para el jefe de filas republicano, Olivier Marleix, esta cifra "no fue por completo una sorpresa", pese a que no se esperaba tal nivel de apoyo a la moción. "Fueron quienes estaban contra la reforma de las pensiones", ha tratado de justificar este martes en una entrevista en BFMTV.
El expresidente François Hollande, socialista, ha sugerido al actual mandatario, Emmanuel Macron, que es momento de "calmarse" y de esperar el examen de la reforma que debe realizar el Consejo Constitucional, del que depende el aval político definitivo a una ley que ha generado una cascada de protestas y paros desde enero.
Hollande, no obstante, ha advertido en LCI de que la situación actual deriva de "una sucesión de errores", entre otras razones porque considera que "no era el momento de proponer la reforma", con una inflación al alza y un contexto global marcado por la guerra de Ucrania.