Elecciones en Ecuador

El asesinato de Fernando Villavicencio y las promesas de seguridad: la violencia marca las elecciones en Ecuador

Ecuador se enfrenta a unas elecciones presidenciales y legislativas extraordinarias ensombrecidas por la violencia política, los asesinatos y el narcotráfico

El asesinato de Fernando Villavicencio y las promesas de seguridad: la violencia marca las elecciones en Ecuador

EFEEl candidato presidencial Fernando Villavicencio participa en un mitin de campaña

Ecuador celebrará este domingo 20 de agosto sus elecciones presidenciales y legislativas extraordinarias.  El asesinato de Fernando Villavicencio a manos de presuntos sicarios colombianos es, sin duda alguna, el hecho que marcó la campaña electoral y reflejó la difícil situación de violencia que vive el país sudamericano.  

El candidato de Movimiento Construye perdió la vida tras recibir tres disparos en la cabeza al salir de un mitin político que se desarrollaba al norte de Quito el pasado 9 de agosto. El crimen fue confirmado por el ministro del Interior, Juan Zapata y, posteriormente, condenado por el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, así como por la comunidad internacional.  

Fruto del asesinato de Villavicencio, las elecciones se desarrollarán en medio de un estado de excepción decretado por el Gobierno durante 60 días en todo el país. Esto quiere decir que las Fuerzas Armadas apoyarán las labores de cerca de 60.000 policías para mantener el orden público e implica la suspensión de algunos derechos fundamentales como la libertad de reunión y la inviolabilidad del domicilio. 

Las elecciones extraordinarias de Ecuador nacen de la "muerte cruzada", el mecanismo constitucional decretado por el presidente Guillermo Lasso el pasado mes de mayo, con la que disolvió la Asamblea Nacional y con la que forzó la convocatoria de estos comicios. 

¿Quién era Fernando Villavicencio? 

Fernando Villavicencio, periodista de profesión y político por convicción, era el candidato de Movimiento Construye para ser el próximo presidente de Ecuador bajo el lema “Es tiempo de valientes” y promesas como la lucha antidrogas y la creación de una Unidad Antimafia.  

Su oposición al expresidente Rafael Correa lo convirtió en una figura reconocida en Ecuador. De hecho, llegó a ser condenado a 18 meses de cárcel en 2014 por injurias contra el líder de Revolución Ciudadana tras una denuncia de supuestos delitos de lesa humanidad.  

Esto lo llevó a huir y refugiarse en un pueblo indígena en la selva amazónica. Su orden de encarcelamiento fue nuevamente solicitada por un juez en 2016, está vez por usar correos electrónicos hackeados en una investigación de presunta corrupción en Ecopetrol.  

Villavicencio se resguardó entonces en Lima hasta 2017, cuando el entonces presidente de Ecuador, Lenín Moreno, le permitió volver al país. Aunque este año retomó su carrera política, no fue sino hasta 2021 que fue elegido asambleísta nacional por la Alianza Honestidad. 

Auspiciado por los movimientos Construye y Gente Buena, Villavicencio presentó su candidatura a la presidencia de Ecuador el pasado mes de junio. Días antes de su magnicidio, había informado sobre las amenazas de las que fue víctima por parte de “uno de los capos del Cartel de Sinaloa”, al que llamó Fito. 

En medio del revuelo que ha generado su asesinato también se conoció que el excandidato había denunciado ante la Fiscalía de Ecuador a la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, y al ya exdiputado de Podemos Rafael Mayoral por su presunta implicación en el financiamiento ilegal de su partido.  

Según revela Ok Diario, al parecer el expresidente Rafael Correa habría adjudicado contratos públicos por valor de 2,6 millones de euros a la cooperativa Kinema, relacionada con Podemos, entre los años 2013 y 2016. 

La violencia política, protagonista de la campaña electoral  

El homicidio de Villavicencio es el síntoma más grave del contexto violento que ha vivido Ecuador durante la campaña electoral. Además del candidato, Rider Sánchez, quien aspiraba a asambleísta por la región de Esmeraldas de la alianza Actuemos, fue asesinado en la madrugada del pasado 17 de julio tras salir de una reunión política.  

Luego, Agustín Intriago, el alcalde de Manta, la tercera ciudad más poblada de Ecuador, también falleció a manos de sicarios el pasado 23 de julio cuando visitaba unas obras de alcantarillado en el barrio popular 15 de septiembre de esa zona portuaria.  

Pocos días después del impacto político que provocó el caso de Villavicencio, Pedro Briones, un dirigente de Revolución Ciudadana, también fue víctima de un ataque armado cuando se encontraba en la puerta de su casa en la localidad de San Mateo, en la provincia norteña de Esmeraldas.   

A estos hechos se suman los motines carcelarios que se han presentado en el transcurso de las últimas semanas. El último de estos ocurrió el pasado mes de julio en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, una de las cárceles más peligrosas de Ecuador.  

El estallido de violencia entre reclusos del Centro de Privación de Libertad Guayas No 1 dejó 31 muertos, según los datos suministrados por la Fiscalía. Para restaurar el orden y poner fin a los incidentes, las autoridades enviaron a 2.700 policías y militares. 

Durante esas labores, los uniformados incautaron un arsenal conformado por fusiles de largo alcance, lanzagranadas, municiones y explosivos, según información entregada por las Fuerzas Armadas. Ante esta situación, el presidente Lasso declaró estados de excepción en distintas zonas del país. 

La violencia se ha convertido en protagonista en Esmeraldas, Guayaquil y Manta porque allí se encuentran los principales puertos del país, lugares codiciados por los grupos criminales, especialmente, dedicados al narcotráfico.  

Al parecer, el escaso control que realizan las autoridades en el territorio marítimo y aéreo ha contribuido a que se acentué el pulso de bandas rivales por el control del narcotráfico ya que, desde 2019, las cantidades de droga incautada en Ecuador se han disparado, al igual que las tasas de homicidio, que pasó de 5,8 a 25,62 asesinatos intencionales por cada 100.000 habitantes, su cifra más alta. 

Las promesas de seguridad coparon la campaña electoral   

El último día de la campaña electoral para los comicios presidenciales y legislativos extraordinarios de Ecuador estuvo marcado por las promesas de seguridad, chalecos antibalas y el sentido homenaje a la memoria de Fernando Villavicencio.  

Bajo extremas medidas de seguridad que incluyeron francotiradores situados en los edificios cercanos, Christian Zurita ratificó su decisión de asumir la candidatura por el movimiento Construye tras la muerte de Villavicencio.  

"Acepto este enorme reto de conducir este país tan complejo, bajo un corazón abierto y transparente, libre de corrupción. Confíen y crean que es posible. Fernando estaría orgulloso", señaló Zurita. 

Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana (RC), cerró su campaña en Guayaquil reivindicando la gestión de Rafael Correo al recordar que durante su mandato el país tenía estabilidad y era seguro, alejado de la ola de crímenes que hoy afectan a Ecuador.

El exlegionario, Jan Topic, apodado como el 'Bukele ecuatoriano' por su promesa de enfrentar con "mano dura" el crimen organizado, pidió el voto para "recuperar el país" porque se encuentra "enfrascado en la inseguridad y el desempleo".  

El exvicepresidente, Otto Sonnenhozlner, recordó que tiene un "proyecto de país" para "devolver la paz" a Ecuador y prometió que reforzará la Policía si llega a ser elegido. "A esos delincuentes los espera un hoyo oscuro donde van a cumplir una pena de verdad porque si no hay justicia, jamás habrá paz", mencionó. 

El indígena ambientalista, Yaku Pérez, firmó en lo alto del Panecillo, la colina más icónica de Quito, un simbólico decreto que declara la seguridad como prioridad nacional y que dispone que el control de las cárceles será labor de la Policía y las Fuerzas Armadas.  

Luisa González, del partido Revolución Ciudadana, lidera con 24% la intención de voto, según la última encuesta de Cedatos. Fernando Villavicencio, marchaba segundo con 12,5%, lugar que ahora será ocupado por Christian Zurita, quien asumió su reemplazo.  

En tercer lugar, se ubica el derechista Jan Topic de la Alianza por un País Sin Miedo, con 12,2%; seguido por el líder indígena Yaku Pérez (8,1%), por el exvicepresidente de derecha Otto Sonnenholzner (5,1%) y por los otros tres aspirantes. 

Sobre el autor de esta publicación

María Andrea Suárez

María Andrea Suárez (Bogotá, 1995). Estudió el máster en Periodismo digital y de Datos de la Universidad Nebrija. Se ha desempeñado como redactora en medios de comunicación como El Nuevo Siglo, Colombia.com y Republica.com.