Irán recrudece la represión contra la ya maltrecha libertad de expresión en el país. Las protestas desatadas hace cuatro meses y medio por la muerte de la joven kurda-iraní Mahsa Amini, tras ser detenida por supuestamente llevar mal puesto el velo islámico, han evolucionado desde las grandes manifestaciones de los primeros meses a gestos de desobediencia en las calles, como los gritos desde las ventanas contra el régimen por las noches o el desafío de niñas y mujeres que se cortan el pelo y se quitan el velo en la calle, el colegio o las redes sociales.
Las autoridades iraníes han visto estos gestos como un desafío y muchas personas incluidas figuras públicas, como futbolistas y cantantes, han sido detenidas, encarceladas e incluso condenadas a muerte por apoyar las protestas. Unos desafíos que a veces se pagan muy caros, como el de una pareja de jóvenes que ha sido sentenciada a diez años y medio cárcel por bailar en las calles en apoyo a las mujeres que se manifiestan por su libertad.
Se trata de Amir Mohammad Ahmadi y Astiaj Haghighi, dos blogueros iraníes, de 22 y 21 años, cuyo desafío al régimen fue difundir un vídeo en redes sociales en el que aparecían bailando juntos en la Plaza Azadi, de Teherán, con la Torre Azadi al fondo, uno de los monumentos más icónicos de la capital iraní. Ella no portaba el velo que las mujeres deben usar obligatoriamente en espacios públicos, al mismo tiempo que tienen prohibido bailar en la calle, que en el caso de hacerlo con un hombre es considerado aún más grave, a pesar de que sea su prometido, como es en este caso. El régimen de los ayatolás interpretó el baile como una muestra inequívoca de apoyo a las movilizaciones.
El pasado 1 de noviembre, pocos días después de difundirse el vídeo, de apenas 16 segundos de duración, fueron detenidos por agentes de paisano que les golpearon y trasladaron a la temible prisión de Evin, la mayor cárcel de Teherán, donde el régimen recluye a numerosos presos políticos y suelen registrarse con frecuencia las torturas, tal y como han denunciado varias organizaciones de Derechos Humanos.
Cruel! They danced before the Azadi (freedom) Tower in Tehran. Then they were arrested in Nov. #AstiyazhHaghighi, 21, & Amir Mohammad Ahmadi, bloggers, are now sentenced to 10 yrs in prison, & 2 yrs ban from leaving Iran & using social media. #MahsaAmini #مهسا_امینی #آستیاژ_حقیقی pic.twitter.com/JKX7U0htMz
— Omid Memarian (@Omid_M) January 30, 2023
Ahora, un Tribunal Revolucionario de Teherán ha condenado a la pareja con una larga estancia en la cárcel, les ha prohibido toda actividad en internet y salir del país durante dos años tras su paso por prisión, por "fomentar la corrupción la connivencia con intención de perturbar la seguridad nacional y promover la propaganda", según informan medios de comunicación iraníes en el exilio como IranWire.
Como suele ser habitual en el caso de las personas que han sido detenidas por apoyar las protestas que sacuden el país, Amir y Astiaj no han tenido el debido proceso ni las garantías judiciales y se les ha negado el derecho que les corresponde a elegir a un abogado defensor, según IranWire. Su petición de libertad bajo fianza también fue rechazada y sus familias presionadas por las autoridades para que el caso no trascendiera ante la opinión pública.
Las organizaciones de Derechos Humanos han criticado figuras penales actualmente vigentes como "corrupción en la Tierra" o "guerra contra Alá" como tipos que han servido para imponer condenas arbitrarias e incluso la pena de muerte.
La ley se endurece contra la libertad de expresión
Este lunes también ha salido a la luz que el Parlamento iraní está tramitando una nueva ley que prevé castigos aún más duros por la publicación de afirmaciones falsas en un nuevo revés para la libertad de expresión en el país.
El portal de noticias Etemad ha informado de que el proyecto de ley contempla penas de hasta 15 años de prisión y multas para cualquier persona que realice una declaración falsa que provoque desórdenes e inseguridad o perjudique a individuos o sus propiedades. También prevé el pago de compensaciones por la pérdida de vidas humanas o por daños materiales y una inhabilitación de hasta diez años.
Las ONG Iran Human Rights y Hrana han denunciado en su último informe, fechado el pasado 28 de enero, que entre 488 y 527 personas han muerto durante la represión a las protestas, detonante de las movilizaciones más violentas de la última década en el país.
Iran Human Rights denuncia en particular que entre los fallecidos hay 64 menores y 39 mujeres, y que al menos 107 manifestantes corren actualmente el riesgo de ejecución, cargos de pena de muerte o sentencias.
Iran Human Rights recalca también que fuera de sus estadísticas quedan los cuatro manifestantes ejecutados y "los que han muerto en circunstancias sospechosas, incluidos los supuestos suicidios, poco después de su liberación". En este sentido, la ONG con sede en Oslo ha aprovechado también para denunciar que al menos 55 personas han sido ejecutadas en Irán desde el 1 de enero de este año. De ellas, 37 fueron ejecutadas por cargos relacionados con las drogas que, al igual que los manifestantes, son juzgados por los Tribunales Revolucionarios con falsas confesiones obtenidas bajo amenaza y tortura.
Hrana añade que unas 19.500 personas han sido detenidas desde el estallido de las protestas, entre ellas 171 menores de 18 años. Unos 746 manifestantes han sido condenados desde el comienzo de las manifestaciones.
Las autoridades iraníes han eximido a las fuerzas de seguridad de toda culpa sobre la muerte de Amini, que falleció según su versión por una patología previa, aunque han reconocido ciertos excesos durante la represión de unas manifestaciones que han achacado, sobre todo, a la acción de "alborotadores" a sueldo de potencias extranjeras.