El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizó este lunes una visita no anunciada a Kiev, la primera desde el comienzo de la invasión rusa, de la que el viernes se cumple un año, y se reunió con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski. Allí, el mandatario estadounidense anunció 500 millones de dólares en ayuda adicional a Ucrania y adelantó que esta semana anunciará más sanciones contra Rusia.
Biden explicó junto a Zelenski, en el Palacio Mariinsky de Kiev, que el nuevo paquete de ayuda incluirá más equipo militar, además de municiones de artillería, obuses y misiles Javelin, un arma portátil diseñada para destruir tanques y otros vehículos pesados.
Sin embargo, Biden no anunció el envío a Ucrania de nuevos equipos militares, como los aviones de combate F-16, que Zelenski reclama para defenderse de Rusia.
"Un año después, Kiev sigue de pie. Ucrania sigue de pie y la democracia sigue de pie", proclamó el presidente estadounidense.

Biden junto a Zelenski en Kiev.
Biden dijo que no quería que hubiera ninguna duda sobre el apoyo "inquebrantable" de Estados Unidos con la democracia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania y que, por esa razón, se había desplazado este lunes a Kiev.
Por su parte, Zelenski le agració su presencia en Kiev y explicó que ambos había hablado "sobre armas de largo alcance y armas que aún podrían suministrarse a Ucrania, pero que no se han suministrado antes", sin dar más detalles sobre a qué tipo de armamento se refería exactamente.
Este encuentro se produce después de que Zelenski se reuniera con Biden el pasado 21 de diciembre durante una histórica visita a Washington, en el primer viaje del presidente ucraniano al exterior desde que se inició la guerra.
Medios ucranianos mostraron imágenes de ambos líderes caminando cerca de la Catedral de San Miguel, en el centro de Kiev, en un paseo realizado por la mañana y dirigiéndose hacia un muro conmemorativo en honor a los soldados ucranianos caídos en la guerra contra Rusia.
The secret service & Pentagon didn’t want Biden to visit Kyiv. He was presented with plans to meet Zelenskiy at the Polish border or in Lviv. Instead he went to the capital, which often comes under Russian missile attack. A strong statement of support pic.twitter.com/v9m42Gtnax
— Alec Luhn (@ASLuhn) February 20, 2023
Biden visitó este lunes Kiev cuando se conmemora el aniversario de la culminación de la Revolución EuroMaidan, una serie de protestas antigubernamentales entre 2013 y 2014 que derrocaron al presidente prorruso Viktor Yanukovych.
Más de cien manifestantes fueron asesinados durante esas protestas, muchos de ellos en un solo día, el 20 de febrero de 2014, y son conocidos en Ucrania como los Cien Celestiales.
El compromiso de Biden con Ucrania
La visita de Biden también tuvo lugar después de que el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, cancelara la visita prevista este lunes a Bruselas para reunirse con sus colegas de la Unión Europea (UE) donde se tratarán nuevas ayudas a Ucrania.
En estos momentos, Kiev se encuentra bajo un estricto dispositivo de seguridad, por lo que esta visita, tal y como ya sugirió la semana pasada Zelenski, es una muestra clara del compromiso en esta guerra de unos Estados Unidos que son hasta ahora el mayor soporte financiero y militar del que dispone Ucrania para enfrentarse a Rusia.
En esa línea, Biden ha insistido desde el principio de la invasión rusa que Ucrania podría confiar en que Estados Unidos sería su mayor socio en este conflicto durante "todo el tiempo que hiciese falta", incluso ante la falta de perspectivas a corto plazo de unas conversaciones de paz.
Hasta la fecha, Estados Unidos ha enviado apoyo militar y financiero a Ucrania por valor de más de 30.000 millones de dólares, al mismo tiempo que ha presionado a sus socios de la OTAN para que intensifiquen el envío de armamento, incluyendo los tan ansiados tanques Leopard 2.
Otros líderes mundiales ya había visitado Kiev durante el último año para mostrar su solidaridad con Ucrania. Entre ellos figuran el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Olaf Scholz; el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Tras esta visita a Kiev, Biden tiene previsto acudir a Polonia para reafirmar su compromiso con los países del flanco este de la OTAN.
Moscú fue avisada de la visita
Las autoridades de Estados Unidos han confirmado que, horas antes de la visita de Biden a Kiev, se pusieron en contacto con Rusia para informar "con fines de distensión" del viaje del mandatario a la capital ucraniana.
"Notificamos a los rusos que el presidente Biden viajaría a Kiev. Y debido a la naturaleza delicada de estas comunicaciones, no entraré en cómo respondieron o cuál fue la naturaleza precisa de nuestro mensaje", ha confirmado el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
Así, Sullivan ha detallado que el desplazamiento a Kiev se terminó de decidir el viernes tras una reunión de Biden con su principal grupo de expertos de seguridad. Según han destacado en rueda de prensa algunos de los principales funcionarios de Seguridad de la Casa Blanca, la decisión del viernes puso punto y final a varios meses de trabajo en el seno del Departamento de Seguridad Nacional junto con la Oficina Militar y varios empleados de alto de nivel del Servicio Secreto.
Este equipo de trabajo ha estado informado de forma constante al presidente Biden sobre las evaluaciones de posibles amenazas a medida que avanza su visita, e incluso sobre territorio ucraniano, donde apenas ha pasado seis horas antes de embarcarse de nuevo en su avión camino a Polonia.
Respecto a la breve estancia de Biden en Ucrania, el asesor principal adjunto de Seguridad Nacional, Jon Finer, ha destacado en un encuentro con medios de comunicación que la escala ha sido tan breve debido "a las limitaciones de operar en Kiev y en el resto de Ucrania durante el conflicto".
Así pues, Sullivan ha destacado que la visita se ha llevado a cabo finalmente porque "el riesgo era manejable", mientras que la directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, ha incidido en que para Biden "es importante aparecer, incluso cuando es difícil".
"Este viaje de hoy ha sido un movimiento audaz y fuerte por parte del presidente Biden (...) Ha sido logísticamente complicado y difícil, y envía un mensaje increíblemente poderoso de que el presidente Biden tiene fe en el pueblo ucraniano y es inquebrantable su compromiso de apoyarlo", ha remarcado.
En este punto, Bedingfield ha diferenciado entre la visita a Ucrania y otras a países en guerra como Afganistán e Irak, apuntando que en estos dos países Estados Unidos sí cuenta con personal militar desplegado, algo que no ocurre en el país de Europa del Este y que ha hecho el viaje "aún más desafiante".
De hecho, una fuente familiarizada con este viaje ha confirmado a la cadena estadounidense CNN que Biden contaba con un amplio abanico de ciudades ucranianas a las que desplazarse, si bien el mandatario finalmente se decantó por visitar Kiev y, de hecho, casi ni llegó a plantearse acudir a Ucrania si no iba a la capital.
Por su parte, el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dimitri Medvedev, ha señalado que Moscú confirmó a Washington "garantías de seguridad" para facilitar así el viaje del mandatario estadounidense, según recoge la agencia rusa de noticias TASS.
"Biden, habiendo recibido previamente garantías de seguridad, finalmente ha ido a Kiev. Ha prometido muchas armas y ha jurado lealtad al régimen neonazi hasta la tumba", ha reprochado Medvedev en su perfil oficial de Telegram, donde ha acusado a Biden y Zelenski de elucubrar una victoria ucraniana para la que harán falta más armamento.
Por otro lado, el exmandatario ruso ha denunciado que las naciones occidentales están centradas en suministrar "enormes cantidades" de armamento y dinero a Ucrania, "lo que permite al complejo militar-industrial de los países de la OTAN ganar dinero y robar armas para venderlas a terroristas de todo el mundo".