La clase política británica condena el asesinato de David Amess
La clase política británica, comenzando por el primer ministro del país, Boris Johnson, ha condenado el asesinato de Amess, mientras desde la Cámara de los Comunes se ha planteado ya la necesidad de reforzar la seguridad de los ocupantes de los escaños de ambas cámaras, expuestos en esta clase de eventos.
"Mi corazón está lleno de consternación y de tristeza", ha declarado Johnson antes de describir al fallecido diputado como una de las personas más "amables y bondadosas" de la política británica. "Era un hombre que creía apasionadamente en este país y en su futuro. Hemos perdido a un espléndido servidor público, y a un amigo y colega muy querido", ha declarado en comentarios recogidos por Sky News.
El presidente de la Cámara, Lindsay Hoyle, se ha declarado "consternado y profundamente afectado" por la muerte de un "hombre encantador, devoto de su familia, de la actividad parlamentaria y de su electorado" en Southend West. Hoyle ha avisado de que este asesinato va a generar "una onda expansiva" por todo el país, y ha pedido que "en los próximos días se discuta la situación de seguridad de los diputados, así como las medidas a tomar" al respecto.
El viceprimer ministro, Dominic Raab, dijo estar "desconsolado" por la pérdida de Amess. "Un gran político con sentido común y formidable activista con un gran corazón y tremenda generosidad de espíritu, incluso hacia aquellos con los que estaba en desacuerdo", afirmó.
"El peor aspecto de la violencia es su inhumanidad. Roba la alegría del mundo y puede arrebatarnos lo que más amamos. Hoy se llevó a un padre, un esposo y un respetado colega", declaró el ministro de Economía del Gobierno "tory", Rishi Sunak.
La ministra de Exteriores, Liz Truss, dijo que Amess era "un hombre encantador y un magnífico parlamentario", al tiempo que expresó solidaridad "con su familia y amigos".
El líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, expresó su "horror" y "consternación" por la noticia, mientras que el alcalde de Londres, Sadiq Khan, mostró su solidaridad con "la familia y el personal" de Amess "en este difícil momento".
La ministra principal de Escocia, la independentista Nicola Sturgeon, declaró que los políticos de cualquier partido estarán "unidos en el pesar y la consternación" por lo ocurrido y remarcó que "nadie merece perder la vida cuando trabaja para, y representa, a sus electores".
El arzobispo de York, Stephen Cottrell, destacó que su amigo Amess siempre sirvió fielmente a la gente de su zona y dirigía una particular atención a "la comunidad cristiana", surgida de "su propia fe profunda en el credo cristiano como miembro de la comunidad católica romana".