Las pruebas de Luis Enrique acaban bien
La labor de Luis Enrique como seleccionador nacional plantea una duda metafísica: ¿Está haciendo pruebas con vistas al Mundial con lo que la Liga de Naciones le importa menos y de ahí sus variaciones sobre un mismo tema?. De otra manera no se comprende que juegue al despiste y en cada partido disponga una alineación no solo diferente, sino casi absolutamente distinta. En Málaga cambió a nueve de los futbolistas que actuaron en el partido anterior en el que también habíamos visto ocho cambios. No sé si Luis Enrique está dispuesto a sentar cátedra dejando para la posteridad una frase: Unai y diez más. En medio de rotaciones a veces casi estrambóticas a Luis Enrique le salen bien.
Mi experiencia como comentarista de la selección, por razones de edad he acabado por ser el recordman histórico en estas lides dado que empecé en abril de 1963, he visto a los seleccionadores aferrarse a una especie de equipo ideal y con el mismo ir hasta el triunfo o el fracaso final. Por recordar algo sucedido no hace tanto, Luis Aragonés, ordenó un conjunto y su sucesor, Vicente del Bosque, no rompió nada y con el armazón se ganó una Eurocopa y el Mundial de Suráfrica.
Con Luis Enrique ciertamente hay que pensar que las rotaciones actuales son simples ejercicios probatorios. Independientemente de los resultados, a lo que juega es a probar a todos sus seleccionados cualquiera que sea el equipo adversario y la necesidad de puntuar para seguir adelante.
Sobre la marcha, acabaron por tener presencia en el campo Busquets, Jordi Alba, Gavi, Ferrán Torres y Sarabia. Este fue el afortunado goleador del segundo tiempo. En el primero, Koke. Asensio y Soler, con remata de éste, lograron el primer tanto y después Gavi, la entrada espectacular en todo el campo, Ferrán y Sarabia afirmaron la victoria.
Padeció la Roja en los primeros minutos porque los checos presionaron e impidieron que los españoles pudieran salir de su campo con el balón bien jugado. En ese tiempo hubo incluso dos sustos. Que afortunadamente revolvió el defensa libre del equipo, es decir, Unai a quien le está permitido jugar también con las manos. Unai actúa como “libero” y ello crea problemas cuando hay delante un enemigo que sabe que puede aprovechar la posición de un guardameta que además de tocar el balón los pies, con claro riesgo en algunos momentos se aleja tanto de su marco que Cerny pobló mandarle desde muy lejos pero le falló la puntería.
A la selección le cuesta salir de las presiones y, afortunadamente, atrás cuenta con la firmeza y excelente colocación de Íñigo Martínez, que durante mucho tiempo fue el salvador de jugadas con peligro, lo que potencia la constancia en los pases hacia la portería de Unai. Con las variaciones que fue introduciendo vimos cambios de posición delante con lo que Asensio fue unos minutos falso 9 y en el centro del campo con la salida de Koke y la entrada de Busquets vimos una zona muy bien cubierta con dos especialistas en labores del centro del campo.
La victoria, que era precisa se vio muy compensada con la derrota de Portugal ante Suiza con lo que España encabeza la clasificación.