Luis Enrique alineó nueva selección
Luis Enrique podría ser la versión futbolística de “En Flandes se ha puesto el sol”, obra de Eduardo Marquina, en la que el protagonista dice: “España y yo somos así señora”. Luis Enrique es como es y debemos aceptarlo. Ayer, contra Suiza, selección que nos ha creado graves problemas en competiciones internacionales, volvió a la primera parte de su parte contratante. Es decir, cambió ocho futbolistas de los que jugaron contra Chequia. El tato conseguido en la primera parte sirvió de alivió en un partido en que hubo que sufrir porque los suizos, en la segunda mitad hicieron lo posible por conseguir algún punto. En algunos momentos se llegó a pensar en que otra vez tendríamos que llegar al empate. No hubo tal a pesar de que no se poseyó la pelota abrumadoramente como ocurrió en la media parte inicial.
Lo bien aceptado mayoritariamente fue el cambio en la defensa. Carvajal y Eric García, condenados por los dos goles encajados ante Chequia se quedaron en la grada y por ellos jugaron Azpilicueta y Pau Torres. Éste aceptó el papel de central con capacidad para llevar el balón incluso al campo adversario y con Diego Llorente mantuvo un buen relevo para que los suizos no pudieran llegar a Uai Simón. Por cierto que el guardameta, Gavi y Sarabia fueron los tres supervivientes de la purga por lo ocurrido contra Chequia.
La variación importante estuvo en el cambio de la izquierda de la zaga por al que Jordi Alba volvió a ser el hombre que abre camino para los envíos al área. Marcos Llorente y Ferrán Torres, por el lado contrario, trataron de abrir huecos por los que burlar a los defensores suizos en los que destacó Conmert, que ha sido suplente en el Valencia. La jugada del gol surgió de un robo de balón de Ferrán con pase a Llorente y éste le mandó la pelota a Sarabia, que entraba por la izquierda, para que batiera a Sommer.
La selección española esta vez echó mano de un juego más vertical que en otras ocasiones y volvió a contar con la sabiduría e Busquets y las diabluras de Gavi que con diecisiete años no solo planta cara físicamente a jugadores que para él pueden ser señores mayores, sino que conduce el balón con gran acierto. Con Pedri, cuando éste se reponga formará una dupla a tener en cuenta. Morata volvió a ser el delantero centro captador de todos los golpes y su misión fue más que estimable aunque esta vez se quedó sin marcar.