Ganar en Suiza, obligado cumplimiento
Luis Enrique ha contado con pocos medios de información a favor porque su carácter no es muy permeable. Nunca ha sido lo dicharachero que piden algunos colegas. Su traspaso del Real Madrid al Barcelona fue estigma que le persiguió durante años. Primero como jugador y después, como entrenador del Barça y de la selección. Luis Enrique no es tipo al que se pueda calificar de simpático. Ha hecho de su oficio una actividad poco proclive a gestos de complacencia con los medios. Desde mi punto de vista, todavía merece el beneficio de la duda. Hoy, en la víspera de partido importante en la Liga de Naciones contra Suiza, es de recibo preguntarse por una cuestión fundamental: ¿Sigue pensando en formar un conjunto cohesionado a pesar de los múltiples cambios que hace en cada partido? Perder contra Suiza sería entrar en una dinámica de inseguridades futuras teniendo en cuenta que el Mundial está a pocos meses vista.
Luis Enrique ha deseado renovar el conjunto nacional y para ello ha recurrido a numerosos jugadores a los que se augura gran provenir. No ha tenido empacho en recurrir a futbolistas que militan en clubs extranjeros e incluso se ha permitido seleccionar dos guardametas de la liga inglesa y de los que en España se tiene escaso conocimiento. Él está en la obligación de conocerlos debidamente.
La Roja es posible que no mantenga el buen tono que le permitió llegar a la final en la anterior liga de Naciones y sobre ello, independientemente de las cuestiones que se puedan plantear ante las decisiones del entrenador habrá que comenzar a pensar en la incomodidad que significan estos cuatro partidos jugados sin casi descansos porque, tal vez, los jugadores seleccionados actúen mentalmente mediatizados. Es probable que salgan a jugar siempre con el mejor de los ánimos, aunque no es descartable que tampoco arriesguen en exceso penando en que han de llegar a Qatar incólumes. Seguramente, entre los futbolistas existe una contradicción inevitable; hay que jugar a tope para ganarse el Mundial o reservarse si se tiene ya nombre acreditado para evitar una inoportuna lesión. Y en esas estamos cuando solo se han conseguido dos empates. Y probablemente, seguiremos estando con la evidente debilidad defensiva.
Posdata. El mercado veraniego tendrá decisiones conflictivas. Habrá jugadores que no se querrán marchar para conservar su espléndido contrato y otros a quiñes su salario impedirá un contrato satisfactorio. Se prevén grandes rebajas y ofertas fin temporada.