La Roja, con defensa vulnerable
Todo seleccionador tiene derecho a creer en un tipo de jugador aunque corra el riesgo de equivocarse. El problema surge cuando el error pasa a ser contumacia. Luis Enrique tiene en su proyecto crear una selección de jóvenes con futuro y de ahí que recurra preferentemente a las últimas figuras surgidas de las canteras. Ciertamente, su disposición para crear futuro es plausible, pero en su cabeza debe estar la necesidad de cambiar a aquellos jugadores que no acaban de cumplir debidamente la misión que se les encomienda.
La defensa de la juventud no está reñida con el mantenimiento de jugadores veteranos habituados a los grandes compromisos. La presencia de Busquets, de momento, es irreemplazable. También Jordi Alba continúa teniendo las excelentes condiciones que le permiten abrir caminos hacia las áreas adversarias. Sigo pensando, después de los fallos de Eric García, que su alineación no se tiene en pie. Y no es solamente como cumplió con su labor como defensa central ante Chequia. La debilidad viene de antes. Eric no cuenta con gran entusiasmo entre los seguidores barcelonistas. Su vuelta se ha debido. sobre todo, al hecho de que es de la casa y ha hecho mili en Inglaterra. Su presencia en la selección no es reclamada. Hay poca gente que en el momento de hacer el equipo cuente con él. Luis Enrique está complaciendo al Barça dándole minutos de internacionalidad a un jugador a quien, probablemente, le costará gran esfuerzo afianzarse en la titularidad en el Camp Nou.
En la temporada que ha finalizado no hay duda de que el mejor central de la Liga ha sido Raúl Albiol. Es veterano y su futuro tiene fecha de caducidad, pero en este momento su presencia en la selección sería fundamental para que la Roja no mantenga la creencia general de que es muy vulnerable. Sin ganas de pone ejemplos que pueden resultar incluso polémicos, en mi opinión, antes que Eric García tendría cabida en la defensa de la selección el madridista Nacho, que incluso puede ocupar cualquiera de los cuatro puestos, de la zaga.
Cierto que la ausencia de Laporte también ha contribuido a aumentar la flojera defensiva. Luis Enrique se mantendrá en sus trece y ni se le pasará por la mente pensar en Albiol. ¿Para qué si tiene a un futuro suplente del Barça?
Posdata. A José Bordalás le dieron el finiquito por teléfono. Lo han echado del Valencia y no ha llegado a conocer al propietario de la sociedad. Mientras estuvo al mando dejó entrever discrepancias por la falta de fichajes adecuados. Le pasó lo mismo a Javi Gracia, pero éste tuvo que aguantar hasta el final de temporada. Bordalás no ha dicho nada que pudiera aplaudir la afición valencianista en contra de la dirección del club. Tal vez está aherrojado por una cláusula de confidencialidad. Cobrar, pero callar.