Siempre nos quedará Nadal
Rafa Nadal se dio un paseo ente ovaciones en la final de Roland Garros. Ganó su decimocuarta copa de “Los Mosqueteros” y volvió a demostrar que, pese a los años y las molestias físicas sigue imponiéndose en las pistas de tierra batida. En este terreno ha sido el mejor jugador de la historia. En la misma jornada en que nos pudimos regodear con el triunfo del mallorquín, la selección española de fútbol sacó un remate de miseria en Praga, ante Chequia. Era partido clasificatorio de la Liga de Naciones y el resultado, pese al empate, ponía difícil clasificarse por delante de checos y portugueses.
Estábamos reconfortándonos con que siempre nos quedará Nadal, cuando Iñigo Martínez remató de cabeza, el balón dio en el larguero, cayó al suelo y botó dentro del marco local. Fue el gol de consolación. El empate no pudo estar en el cómputo de satisfacciones dominicales. Gracias a Nadal, que se dio un paseo militar, que como maestro le dio una lección al discípulo de su tío Toni, la noche no terminó rotundamente feliz. La Roja empañó la jornada.
Luis Enrique, seleccionador nacional, se supone que en la Liga de Naciones ha de poner las bases del equipo que jugará a finales de año el Mundial de Qatar. Dándole el beneficio de la duda hay que aceptar que en los partidos previos a la cita mundialista cree la base, la parte fundamental del conjunto. De momento nos consta que ya cuenta cuatro jugadores: Unai Simón, Gavi, Busquets y Morata que salieron en la segunda mitad para salvar los muebles. El resto está por calificar. Otro nombre que siempre tiene en su libreta es el central Eric García quien a base de partidos en la selección tal vez acabe siendo un buen jugador para el Barcelona. Que todo no han de ser movimientos en la Roja. A veces también es cantera. Eric tiene la ventaja de que ve muy de cerca los goles de los contrarios.
Cuatro minutos tardó en marcar Chequia. Fue en jugada en la que el contragolpe llegó por el centro de nuestra zaga que Pesek remató con toda libertad. A partir de ese momento se trató de poseer el balón, pero en ello hubo errores casi incomprensibles. Se fallaron una serie de pases y la llegada al área checa fue muy difícil. A Raúl de Tomás lo hicieron jugar de espaldas a la portería con lo que sin espacio para moverse hacia adelante apenas se pudo contar con sus mejores habilidades.
España no penetró por las bandas. Carvajal y Marcos Alonso colaboraron muy poco en las jugadas de ataque por las bandas, aunque mejoraron en la segunda mitad. De esta manera las oportunidades para el remate fueron demasiado escasas. Los checos tuvieron que cambiar a dos jugadores por lesión y no salieron perdiendo. De Luis Enrique se esperaba que introdujera algún cambio con el fin de remontar. Después del empate de Gavi, en el minuto 48, urgía alaguna variación con el fin d recuperar las posibilidades de triunfo. La derrota colocaba a la Roja lejos de la clasificación.
La entrada de Busquets, Morata, Asensi, Ferrán Torres y Marcos Llorente es casi moneda al aire. O lo que es lo mismo, deseo de arreglar los estropeado, pero sin tener claro cual es el conjunto al que proteger.
No importa, siempre nos quedará Nadal.