Se repitió la película: noche mágica
No hace falta dar tres cuartos al pregonero para que se sepa que en el Bernabéu anuncian noche épìca. Noche mágica y emociones sin parar. Esta vez había que superar un gol en contra. El que trajo desde Manchester el City que dirige Guardiola. No fue necesario aguardar mucho para comprobar que el equipo inglés iba a adoptar el juego que le gusta a su entrenador. El City trató de manejar el balón, sin prisas, dictando el ritmo y el Madrid, en el primer tiempo, solamente fue feliz en los minutos en que se cambió la norma y se disputó sin que nadie dictara sentido táctico. En la segunda parte se apagaron los faroles y se encendieron los grillos con el gol de Mahrez. Llegó la teórica sentencia en contra de lo deseado, de lo vivido tantas veces como esta misma temporada frente al PSG y Chelsea. Pero finalmente, llegó la magia. Otra vez lo inaudito. De nuevo lo insospechado de acuerdo con el juego transcurrido. Para hacer realidad que los miércoles hay milagro. Y con ello, la prórroga y el penalti salvador de Benzema. Y como siempre, las paradas salvadoras de Courtois.
Ancelotti programó un equipo con solo dos delanteros Benzema y Vinicius con Valverde en apoyo del trío considerado inamovible. Pero sucedió que cuando el City se puso en ventaja al entrenador madridista se le acabaron los cambios gloriosos. El Madrid acabó sin Kroos, Modric y Casemiro. Un mensaje para considerar que la veteranía hay momentos en que no se sostiene.
No fue apacible el comienzo porque una entrada made in Casemiro sirvió para que hubiera pelea entre varios jugadores y Modric y Laporte se llevaron la cartulina amarilla. Afortunadamente, tal tensión fue pasajera. Por suerte para el Madrid en la portería estuvo de nuevo Courtois, que se alivió con varias paradas peligrosas. Al final salvó más de un gol. Benzema fue el primero en rematar, pero sin tino. Mientras, el City contó con Foden, Gabriel Jesús, Bernardo Silva y De Bruyne para el ataque el Madrid solo contó con Vinicius y Benzema. Pero nada estuvo sentenciado en la primera parte.
Los momentos más inciertos fueron aquellos en que ninguno de los dos se impuso. Más emociones nacieron en los mano a mano. El fútbol pausado, más pensado fue citizen. El equipo madrileño arrancó la segunda parte con más ímpetu, con más presión y sin permitir que el City mandara. De nuevo hubo momentos en que se sospechó que volvíamos donde solíamos. Y así fue. El City no fue capaz de marcar el segundo. Lo tuvo y lo sacó Mendy debajo del larguero y a partir de ahí resucitó el Madrid épico y en los minutos finales además de empatar el partido, Rodrygo, eficaz rematador, marcó la segunda diana y llegamos a la prórroga. Y en ella hubo más juventud que nunca con las apariciones del goleador Rodrygo, Camavinga, Asensio, Ceballos y Vallejo.
Benzema que no había tenido fortuna en sus remates consiguió que le hicieran penalti y lo lanzó con su habitual habilidad y remató la función. En el Bernabéu hubo otra vez noche mágica.